Para la receta de hoy, traemos dos versiones, ambas igual de lícitas, funcionales y defendibles ante cualquier tribunal de la Santa Inquisición Panadera, ahora que enfilamos la Semana ídem: una para principiantes, amantes de la cocina de aprovechamiento o gente vaga en general, y otra un poco más ilustrada, para quien tenga un pelín más de tiempo, maña y ganas y/o quiera demostrar su habilidad con las masas.
Vamos con la corta. Coge los restos de la barra de ayer o, mejor, anteayer y córtalos en rebanadas un poco gruesas. ¡Enhorabuena! Ya tienes listo un pan para torrijas clásico, acorde con la tradición y sin riesgo de tener que asumir la cristiana culpa si el resultado final del dulce no es óptimo.

Si, como suponemos, perteneces al segundo grupo, te adelantamos que, salvo por la leche, la preparación no dista demasiado de la de un pan “a secas”, con la salvedad de que este está pensado para que pueda usarse también “a mojadas”. El meollo está en conseguir una miga prieta y con consistencia, que absorba bien la leche endulzada y aromatizada durante el remojo, pero que no pierda su estructura, para no derivar en una torrija blandurria que se desmadeje al intentar comerla. Para eso, mejor optar por la primera versión, con pan de baguette precocinada o pan de molde industrial, y ahorrarse unas cuantas horas (y, de paso, el postre).
La otra particularidad de este pan ad hoc está en la corteza, que pincelaremos con huevo batido justo antes de meter nuestra hogaza al horno, para conseguir un acabado fino y sin excesiva dureza, de manera que el contraste final de texturas no arruine nuestra torrija. Sería un pecado.

Pan de torrijas
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
Ingredientes
- 500 g harina candeal ecológica El Amasadero
- 290 g leche
- 5 g levadura seca de panadería
- 7 g sal
Elaboración paso a paso
- Disuelve 5 g de levadura seca en 290 g de leche tibia
- Vuelca 500 g de harina candeal en la cubeta de la amasadora junto con 7 g de sal y mézclalos durante unos segundos.
- A continuación, añade la leche con la levadura y amasa a velocidad media durante 6 minutos, hasta obtener una masa homogénea y que se despegue de las paredes del bol de la amasadora.
- Vuelca la masa en la superficie de trabajo y amásala con las manos durante unos minutos para alisarla. Déjala reposar 5 minutos.
- A continuación vamos a plegar la masa para que esté mucho más lisa y manejable. Estírala con el rodillo hasta tener un rectángulo.
- Pliégala un tercio de la masa sobre sí misma.
- Y pliega el otro tercio de nuevo como si fuera un tríptico.
- Estírala de nuevo y pliégala de la misma forma 2 veces más.
- Después de hacerle los pliegues, bolea de nuevo la masa, colócala en un bol y déjala reposar 30 minutos tapada con un gorro para masas.
- A continuación forma la hogaza, para ello, estira un poco la masa y dale forma de cilindro, aportando toda la tensión que puedas. Intenta que sea lo más uniforme posible tanto en el centro como en los extremos.
- Coloca la barra en una bandeja de horno forrada con papel, y déjala fermentar tapada durante 2 horas y media en un lugar cálido, a aproximadamente 25ºC.
- Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Después de que haya pasado el tiempo de fermentación, la barra habrá doblado su volumen y estará lista para hornear.
- Utilizando una cuchilla de greñar, haz cortes transversales en el pan del grosor de las rebanadas para las torrijas.
- Pincela el pan con huevo batido.
- Hornéalo a 200 ºC durante 30 minutos, evitando que la corteza nos quede demasiado dura.