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Masa madre

Pan de campagne

Pan de campagne


Valoraciones: 40 Comentarios

Pan de campagne

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Hace unas semanas me di una vuelta por Alsacia, un bello enclave francés entregado al chucrut y donde el monumento gastronómico por excelencia es el Kügelhopf (que aquí ya hemos hecho y nada tiene que envidiar a los de allá). Para mi pasmo, los alsacianos tienen más boulangeries que nosotros bares, y aunque abusan de las masas enriquecidas con mantequilla, mantienen bien la línea. No me contaron el secreto. Más allá de darle al brioche, los franceses tienen también un amor especial por el pan y adoran el elaborado con masa madre. Así que además de comprobar sobre el terreno que está realmente bueno (y si le pones encima alguno de sus variados y excelsos quesos, ni te cuento), me traje literatura especializada para compartir la experiencia. La siguiente receta del pan de campagne la firman Casper André Lugg y Martin Ivar en su libro Pain au Levain (editorial Marabout).

Como panadero amateur sabrás que el mundo se divide en dos grandes categorías: los maniáticos de la masa madre y los que no lo son. Mi masa madre y yo, creo, no somos de los raritos, pero esta vez le pedí permiso para hacer la que explicaban los autores. Honestamente, si no tienes tiempo para tal experimento puedes usar la tuya.

El de campagne es un pan rústico, de corteza algo rojiza y con una masa de las divertidas, hidratada y delicada. La verdad es que es un pan muy hipster, de esos que dan ganas de pasear en bicicleta colgado de una bolsa de arpillera, apreciando en el camino el aroma de los campos de lavanda, un pan más de mañana que de tarde, de brisa fresca y de domingo. Aturdido por tanta evocación poética pensé en sacarlo de paseo, pero en mi barrio me devolvió a la realidad el ruido de los camiones y de las máquinas del puerto. Si por aquí pasaran golondrinas se las comerían las gaviotas. Así que al final me quedé en casa en un mano a mano con mi pan de campaigne, ayudado en la refriega por un memorable queso de cabra francés y unas copas de riesling. Eso sí que es pura poesía.

Receta de pan de campagne con masa madre

Receta de pan de campagne

El pan de campagne, o pan de campo, es un pan rústico y tradicional francés. Se caracteriza por su corteza crujiente y su miga densa y llena de sabor. Se elabora con harina de trigo, agua, levadura, sal y, en algunas ocasiones, con masa madre para darle más profundidad de sabor. La masa se amasa y se deja fermentar lentamente para desarrollar su sabor característico. Después se hornea a alta temperatura para obtener una corteza dorada y crujiente. El pan de campagne es ideal para acompañar quesos, embutidos y todo tipo de platos rústicos.
4.67 de 6 votos
Tiempo de preparación 50 min
Tiempo de cocción 40 min
Tiempo de reposo 8 h 40 min
Tiempo total 10 h 10 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Francesa, Panadería casera
Raciones 1 hogaza de un kilo
Calorías 2762 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para la masa final:

Elaboración paso a paso
 

Masa madre (si vas a usar la tuya, sáltate este apartado)

  • Mezcla 50 gramos de harina integral de centeno con 80 gramos de agua a 30 grados y deja reposar uno o dos días en un lugar tibio en un tarro de cristal tapado.
  • Al segundo o tercer día la masa presentará burbujas y habrá empezado a crecer (si no es así, espera un día más). No deseches nada, pasa todo a un tarro más grande y suma 50 gramos más de harina de centeno integral y 80 de agua a 30 grados.
  • Al día siguiente repite los pasos del punto 2 en otro tarro nuevo. El volumen habrá subido considerablemente.
  • Al día siguiente tendrás que tener una masa madre bastante líquida y llena de burbujas. En un tarro limpio vierte 50 gramos de esa masa y añade otros 50 de harina de centeno integral y 80 de agua a 30 grados. Desecha el resto.
  • Tras otras 24 horas. En un tarro vierte 30 gramos de la masa madre y añade 50 de harina de centeno integral, 25 de harina panadera ecológica y 25 de harina panadera integral. Súmale 130 gramos de agua a 30 grados. En doce horas debería estar lista para elaborar pan.

El pan de campagne

  • Prepara los 100 gramos de fermento mezclando 40 gramos de masa madre lista para usar con 30 gramos de agua tibia, 15 de harina panadera y 15 de centeno integral. Cubre y deja reposar cuatro horas.
  • Vierte el fermento en un bol y añade 320 gramos de agua tibia. Cuando esté más o menos disuelto, añade las harinas y amasa con las manos dentro del bol llevando los extremos hacia el centro. Cubre y deja reposar una hora.
  • Esparce la sal sobre la masa y amasa. Puedes hacerlo en bol como en el paso anterior o sobre la mesa con un amasado francés. Ten en cuenta que esta masa es bastante líquida. Deja reposar media hora.
  • Dentro del bol o en una cubeta de fermentación, estira la masa cogiéndola por un lado y doblándola sobre sí misma a la mitad (una cubeta de fermentación es muy cómoda para plegar la masa). Repite este plegado seis veces. Deja reposar media hora y repite la operación, dejándola reposar otra media hora más después.
  • Pon la masa sobre la mesa enharinada y dale forma de bola con los pliegues hacia abajo. Puedes doblarla sobre sí misma cogiéndola desde abajo con una rasqueta para facilitar la operación. Déjala reposar diez minutos y mientras prepara el banetón, enharinándolo bien (con harina panadera o integral, la que gustes) para evitar que se pegue.
  • Pliega la masa un par de veces estirando y doblando hacia el centro y métela en el banetón, cubriéndola, para completar la fermentación. Le harán falta dos horas, algo más o algo menos dependiendo de la temperatura de tu cocina. Tiene que crecer sensiblemente de volumen.
  • Precalienta el horno a 240 grados. Si tienes una olla de hierro fundido métela también para que se caliente. Cuando el horno y la olla estén listos saca el recipiente y vuelca dentro el pan. Hazle unos cortes con una cuchilla. Ponle la tapa y reintroduce en el horno. A los 20 minutos retira la tapa y deja otros 20 minutos más a 230 grados. Los últimos 10 minutos puedes abrir un poco la puerta del horno con una cuchara de madera para eliminar el vapor. Si no tienes una olla de hierro fundido, mete en el horno un recipiente metálico para que se caliente (bandeja o rustidera sobre la placa base). Vuelca la masa sobre la bandeja inferior (mucho mejor si dispones de una Celsius), hazle unos cortes con la cuchilla y vierte en la rustidera media taza de agua caliente. Deja cocer a 240 grados durante 20 minutos. Pasado ese tiempo abre la puerta para liberar el vapor y déjalo 20 minutos, hasta que veas la corteza dorada. De nuevo, diez minutos antes, puede abrir un poco la puerta del horno con una cuchara de madera para que salga el vapor y facilitar así la formación de la corteza.

Notas

Si los volúmenes de masa madre te parecen excesivos (la verdad es que ocupan mucho espacio), divide las cantidades por la mitad.
En cuanto a la hidratación, la misma receta admite más agua, hasta un 85 %. Nosotros le hemos puesto 350 gramos, pero puedes subir hasta 425 sin variar el resto de ingredientes. Tendrás un pan más esponjoso, pero también más difícil de trabajar.
El banetón tiene que ser de pulpa de madera porque en los de mimbre las masas muy húmedas se pegan fácilmente, aunque también puedes usarlos con una funda o un trapo fino de cocina.

NUTRICIÓN

Calorías: 2762kcalCarbohidratos: 586gProteina: 84gGrasa: 10gGrasa saturada: 1gGrasa polinsaturada: 5gGrasa monosaturada: 1gSodio: 3909mgPotasio: 1756mgFibra: 52gAzúcar: 4gVitamina A: 7IUCalcio: 168mgHierro: 29mg

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Conceptos básicos

Pan y agua: cómo afecta la hidratación a la textura del pan

Pan y agua: cómo afecta la hidratación a la textura del pan


Valoraciones: 117 Comentarios

Pan y agua: cómo afecta la hidratación a la textura del pan

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Jamás hubiera pensado que las matemáticas volvieran a mi vida por medio del pan, pero así fue. Tampoco es cosa de asustarse si uno es de letras, con desoxidar un poco la regla de tres te apañas en esto de la harina.

Si tes has metido hace poco en el mundo del pan verás que en algunas recetas aparecen cantidades rarísimas de agua. ¿Por qué poner 487 gramos? Uno puede pensar que los panaderos son unos maniáticos de la precisión, pero el asunto tiene que ver con lo que se llama porcentaje de panadero. Lo que hacen es medir todo en función de la harina. Así, la cantidad total de harina de una pieza representaría el 100 %, y en función de eso se establece el resto. Una masa hidratada al 60 % no significa otra cosa que por cada 100 gramos de harina van 60 de agua. Los 487 gramos de antes aparecen ahí porque en ese caso se usaron 750 gramos de harina y la masa estaba hidratada al 65 %, lo que supone 487,5 gramos de agua. Al principio puede parecer un poco raro medir así, pero realmente es mucho más cómodo recordar un porcentaje de un pan que a uno le gusta que cantidades raras. Además, con los porcentajes en la cabeza una puede hacer los panes de tamaño que quiera manteniendo fácilmente las proporciones.

Y en este punto entramos en el asunto de hoy, porque a muchos nos surge muchas veces la duda sobre cuál es la cantidad ideal de agua para hacer un pan determinado. ¿Por qué varían los porcentajes en las recetas? ¿Qué cambia al emplear uno u otro? ¿Es mejor con más o con menos agua? Empezando por la última: depende. Sí, soy gallego, pero me explico. Lógicamente hay recetas que requieren una cantidad u otra, como hay arroces caldosos y arroces secos. Pero vamos a un panes básico, ¿por qué el 63 % y no el 67 %? Aquí, en mi tierra, nos gustan los panes muy hidratados mientras que en tierras castellanas, por ejemplo, las migas suelen ser más secas y prietas. ¿Cuál es mejor? Ahí entran muchas veces los gustos personales. A mí, personalmente, me gusta más un vino de la Ribera del Duero que los tintos de Borgoña. ¿Son mejores los caldos españoles? No lo sé, seguramente mi paladar se formó en una tradición diferente y no voy a ser yo quien le diga a un vecino de Dijon que su vino es malo, para él sus tintos serán muy superiores a los nuestros y yo no tengo nada que objetar. En todo caso, lo mejor es probarlo todo y no me importaría, convenientemente capitalizado, dedicarme una temporada a catar más caldos borgoñones.

En el mundo del pan la cartera sufre bastante menos a la hora de hacer pruebas, y yo me puse a ello utilizando un básico de Jeffrey Hamelman (El Pan), su pan campesino. Solo que me metí en harina en modo jam session para hacer no uno, sino tres, todos iguales en tiempos de fermentación, masa madre, levadura y horneado, pero distintos en las cantidades de agua. Uno lo hice hidratado al 55 %, otro al 60 % y el tercero al 70 %. Uno y trino. Y aquí van los resultados de ese concierto en la cocina.

Amasadora Ankarsrum

Amasando. Los panes más secos requieren algo de paciencia para incorporar bien todos los ingredientes. Al final tendrás una esfera casi perfecta con una piel algo dura. El mismo trabajo con una masa al 60 % de agua es mucho más fácil y agradecido y obtendrás un acabado más terso. Si seguimos metiendo agua hasta el 70 % empiezan las dificultades, sobre todo si se es primerizo en esto. La masa será mucho más pegajosa y también más delicada y el amasado tradicional (recoger los bordes hacia el centro y estirar sobre la mesa) te servirá de poco. Son masas divertidas, pero requieren otra técnica, como el amasado francés, que consiste en coger la masa por un extremo con las dos manos, balancear la parte que cuelga proyectándola hacia delante y estamparla (sin violencia) sobre la mesa para plegar sobre esa parte la que sostenemos en las manos, repitiendo ese proceso con movimientos rápidos y precisos (para que no se nos pegue) un buen número de veces. Tampoco te mates, porque si dejas la mezcla reposar media hora en un bol se va amasando ella sola. Lógicamente, cuanto más hidratada es la masa, más difícil es de manipular. Con una muy seca casi puedes jugar al fútbol con la bola, mientras que una muy húmeda es mejor no manosearla demasiado.

Distintas hidrataciones tras el amasado

Fermentación. Las tres crecen, pero cuanta más agua, más desparrame y flaccidez, más se abomba la pieza. En el fondo es el mismo principio que rige los castillos de arena de la playa: a más agua más líquida es la mezcla y más complejo ganar altura.

Hidratación de la masa. Aspecto tras el primer fermentado.

Formado y horneado. Trabajar con masas secas o que no pasen del 65 % no tiene ninguna ciencia especial. Más difícil es con las muy húmedas. Sí hace falta más cuidado y para ellas, si no se tiene mucha práctica, son muy recomendables los banetones. Si no lo usas, emplea movimientos rápidos y precisos para mover la pieza, primero para pasarla a la pala y después para meterla en el horno. No queremos que se nos pegue o se desparrame. Sí, a veces sale mal y alguno tengo estampado contra el ventilador del horno, pero la vida es así.

Resultados. En las fotos de esta entrada se aprecia perfectamente cuál es la pieza más hidratada y cuál la que menos. La más esférica la que tiene menos líquido y la más aplastada la que lleva más agua. Verás que la miga es más prieta cuanta menos agua lleva y por el contrario tiene más ojos, es más alveolada, a mayor hidratación. También cambian las cortezas, más recia y homogénea la del 55 %.

Tres panes con distintos grados de hidratación

A catar. Fueron los tres a la mesa del desayuno para generar debate. A mí me gusta más el más hidratado, más ligero y algo más húmedo, pero mi hija, por ejemplo, se decantaba por el más seco. Creo que en su caso juzgaba haciendo trampa, porque sumaba a las virtudes la ausencia de agujeros por donde se pudiera colar la mermelada.

Lógicamente, no se puede hacer un pan candeal con mucha agua ni un bollo gallego con poca, pero bien vale la pena desmelenarse un día en una jam session panadera y hacer pruebas en casa, porque a lo mejor descubres que ese pan que no te decía ni fu ni fa gana al ponerle más agua, o menos. Al final hasta puedes encontrar el porcentaje exacto con el que más disfrutas amasando y que te resulta más resultón, ese número raro que no querrás variar en una temporada. A los maniáticos nos suelen pasar esas cosas. Y por si quieres probar suerte con el pan campesino de Hamelman, aquí va la receta.

Qué voy a necesitar

Ingredientes para 2 panes de 800 gramos

Para el preferemento:

Para la masa

  • Todo el prefermento anterior
  • 500 gramos de harina panadera ecológica El Amasadero
  • 380 gramos de agua (esta receta está hidratada al 68 %)
  • 9 gramos de sal
  • ½ cucharadita (≈2 gramos) de levadura seca de panadero

Paso a paso

  1. El día anterior mezcla los ingredientes del prefermento, amasa un poco y deja reposar en un bol cubierto a temperatura ambiente. Calcula unas 16 horas, algo menos si hace calor.
  2. Junta el resto de los ingredientes y vete añadiendo a trozos el prefermento durante el amasado. Deja fermentar unas dos horas o dos horas y media haciendo pliegues dos veces durante ese proceso. Si te olvidas de hacerlos, tampoco es un drama.
  3. Divide la masa en dos,  forma en redondo o en barra y dejar descansar en lino o banetón durante hora y media. Si va en el banetón acuérdate de dejarle las juntas hacia arriba, porque después le darás la vuelta.
  4. Hornea en un horno precalentado a 240 grados, si es sobre una Celsius, mejor, y si no, en la bandeja más cercana a la placa base. Con 35 minutos será suficiente.
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Masa madre

Grisines con masa madre

Grisines con masa madre


Valoraciones: 9 Comentarios

Grisines con masa madre

Valoraciones: 9 Comentarios

Si tes ha metido en esto del pan seguro que entiendes y hasta compartes esta dolorosa confesión. De mi horno han salido muchos y buenos panes (también malos, claro, pero de eso ya hablaré otro día) que siempre han sido motivo de alegría y hasta de orgullo. Pero aquel bollo maravilloso que compré una vez en la tienda de Dolores hace ya muchos años, aquel de sabor incomparable con aromas soberbios, justo ese, no lo conseguí copiar. Todavía, porque sigo intentándolo.

Si andas embadurnado en harinas ya habrás intentado emular esos panes que tanto aprecias y entenderás la frustración que supone no ser capaz de igualar al maestro, pero ten paciencia y recuerda que en Karate Kid había mucho muro que pintar antes de dominar la patada voladora o cómo se llame eso que hacía el chaval. Pero vamos con lo nuestro que me pierdo: tengo una buena noticia que darte con los grisines, y es que al menos en el mundo de los palitos de pan, tras probar esta receta dejé de pensar en otros mejores. Los habrá igual de buenos, pero más ricos lo dudo.

La mala noticia es que los hornos domésticos son demasiado pequeños para atender la demanda que generan en una familia media los viciosos palitos. La prueba de su éxito es que en casa encontré sus migas en los lugares más insospechados: en la cama, en el baño, detrás de las puertas y por supuesto entre los cojines del sofá. Con los que hay en mi coche, surgidos en el corto viaje de vuelta desde el cole a casa (sí, los niños son fieras a esa hora), podría rebozar varios filetes.

La receta es una adaptación de una de Emmanuel Hadjiandreu (Cómo elaborar pan), que también adapta otra anterior. Él la cambia para añadir la masa madre y yo le sustituyo la harina de fuerza por panadera, porque en los bastoncitos tampoco vamos a montar grandes estructuras ni necesitamos tanto andamiaje interior.

Tal vez lo más difícil de esta receta sea pasar la masa de los grisines de la mesa a la bandeja del horno. Tampoco te desesperes si no quedan todos idénticos. Es posible que los extremos por donde los coges resulten algo más gruesos (el resto se estira algo al levantarlo), pero no pasa nada, eso sí, aplasta un poco esas partes más voluminosas porque lo que interesa es que, tras el horneado, no quede miga blanda en el interior, y con más volumen es más fácil que eso suceda.

Puedes salpicar la masa de los palitos con las semillas que prefieras y si haces bastantes (nunca lo son) no te preocupes que en la panera se te conservarán de maravilla unos días.

Su crujido ya forma parte de las melodías de mi casa. Música celestial, oiga.

Receta de grisini con masa madre

Grisines con masa madre

Los grisini con masa madre son una versión deliciosa y artesanal de los tradicionales palitos de pan italiano. Se elaboran utilizando masa madre, que aporta un sabor y textura únicos. La masa se estira en forma de palitos delgados y se hornea hasta que estén crujientes y dorados. Los grisini son ideales como aperitivo o acompañamiento de platos principales, y se pueden disfrutar solos o con salsas y dips. Su aroma y sabor casero los convierten en una opción irresistible para los amantes del pan.
3.50 de 6 votos
Tiempo de preparación 30 min
Tiempo de cocción 20 min
Tiempo de reposo 10 h 35 min
Tiempo total 11 h 25 min
Plato Acompañamiento, Aperitivo, Pan
Cocina Italiana
Raciones 1 400 g de Grisines
Calorías 1069 kcal

Ingredientes
  

Para el prefermento

Para la masa

Elaboración paso a paso
 

  • La tarde anterior prepara el prefermento mezclando la masa madre con el agua y la harina y dejándolo reposar a temperatura ambiente en un bol tapado.
  • Al día siguiente añade al prefermento en un bol el resto de los ingredientes y amasa un poco, si quieres en el propio bol, llevando los bordes exteriores hacia el centro y presionando. Bastan unos segundos. Tápalo y déjalo reposar diez minutos.
    Masa de grisini recién mezclada
  • Repite el mismo proceso de amasado cuatro veces más con los mismos tiempos de reposo entre cada uno de ellos.
    Masa de grisini después del amasado
  • Al terminar, cubre el bol y déjalo fermentar aproximadamente durante una hora y media, hasta que la masa suba.
  • Enharina la encimera y vuelca la masa sobre ella. Apretando con los dedos vete aplanándola hasta conseguir un rectángulo de un grosor de medio centímetro. Cubre la masa con papel film holgado y déjala reposar otros 15 minutos.
  • Con un cuchillo con un buen filo o con un cortador de pizza corta tiras paralelas al lado más corto del rectángulo, de un centímetro de anchura. Coge cada una de las tiras y llévala a la bandeja de horno en que habrás puesto una hoja de papel de hornear. Estíralas un poco en el aire antes de posarlas en el papel. Como estarán bastante blandas, seguramente en el viaje se te estirarán ella solas. Si vas a usar semillas, distribúyelas sobre los grisines. Sobre la bandeja déjalas reposar unas dos horas, cubiertas con un paño.
  • Precalienta el horno a 240 grados. Cuando alcance esa temperatura mete los grisines y baja el horno a 180 grados. Vaporiza agua o añade un poco (un dedo de un vaso) en una rustidera que habrás puesto sobre la placa del horno.
  • Estarán listos en 20 minutos o cuando veas que están dorados. Sácalos y déjalos enfriar sobre una rejilla.

NUTRICIÓN

Calorías: 1069kcalCarbohidratos: 187gProteina: 25gGrasa: 22gGrasa saturada: 3gGrasa polinsaturada: 3gGrasa monosaturada: 15gSodio: 1951mgPotasio: 263mgFibra: 7gAzúcar: 1gCalcio: 43mgHierro: 11mg

Categorías
Recetas de pan de molde

Pan con queso Cheddar y cebolla

Pan con queso Cheddar y cebolla


Valoraciones: 18 Comentarios

Pan con queso Cheddar y cebolla

Valoraciones: 18 Comentarios

Tengo un perfil inversor conservador. Yo no invierto en capital riesgo, ni en el Nasdaq, ni en Bitcoins. Invierto en queso. Y en jamón, en vino y en harina y en general en todas las cosas sabrosas de la vida. Que yo sepa, los Bitcoins no se comen.

Lo malo de esto es que al final uno se va transformando en un sibarita, un concepto tal vez poco acertado y que afinan más las abuelas en Galicia empleando otro término más preciso: repunante. Sí, sin g, que no tiene nada que ver con dar asco, sino con ese tipo pesado que le suele poner peros a todo y que no encuentra nunca nada a su gusto. Yo soy algo repunante, pero sí encuentro cosas que me gustan. De hecho encontré un Cheddar maduro fabuloso y ahí empieza esta historia.

Mi Cheddar y yo podríamos haber vivido un intenso idilio de no ser por una receta de pan (Christinte Ingram y Jennie Shapter, The Bread Bible) que cayó en mis manos justo en esos días. Como todos los repunantes tiendo a ser conservador en lo gastronómico, pero envalentonado por el estupendo vino de Toro con el que me estaba despachando el queso decidí echarme al monte, es decir, pochar una cebolla, coger el rallador y meter 150 gramos de ese glorioso regalo de las sabias vacas británicas en mi masa de pan.

Mientras amasaba tenía la sensación de estar preparando una empanada o una pizza en 3D. Un ortodoxo del pan se puede, como poco, sorprender al toparse con trozos de cebolla asomando entre la harina. Las dudas, en todo caso, se disiparon cuando el horno empezó a difundir un aroma que nublaba la mente. La mía, antes de perder el sentido, recordó que en algún rincón de la nevera conservaba un bote de chutney de tomate y chile picante, también muy british. Cuando aquello estudo tibio nos metimos en faena mi chutney, mi vino de Toro y yo. Y así hasta hoy, que llevo tres días cenando lo mismo y empiezo a comprender ya la inefable armonía del universo.

Y todo sin despeinarse, porque el pan de queso y cebolla se amasa rápido y sin especial esfuerzo y te queda muy resultón sin que sea necesaria una técnica muy precisa para formarlo. Eso sí, piensa en esto como plato principal y ni te lo plantees en el desayuno salvo que seas de los valientes que saludan al amanecer con un par de huevos. Con bacon. Entonces adelante, que lo vas a gozar.

Receta de pan de queso y cebolla

Pan con queso Cheddar y cebolla

Receta de pan de queso Cheddar y cebolla: Un pan casero irresistible, lleno de sabores intensos. Esta receta combina una masa suave y esponjosa con trozos de queso Cheddar derretido y cebolla caramelizada, creando un pan con un sabor salado y dulce a la vez. Ideal para disfrutar como acompañamiento de sopas, ensaladas o simplemente como un bocado delicioso por sí solo. El pan con queso Cheddar y cebolla es una opción perfecta para los amantes del queso y las cebollas caramelizadas.
4.75 de 4 votos
Tiempo de preparación 35 min
Tiempo de cocción 45 min
Tiempo de reposo 5 h
Tiempo total 6 h 20 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 1 pan de 1 Kg aprox.
Calorías 1775 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para el prefermento

Para la masa

  • todo lo anterior
  • 300 g harina panadera ecológica El Amasadero
  • 150 g leche tibia
  • 150 g queso Cheddar curado
  • 1 cebolla
  • mantequilla (para pochar la cebolla, aunque puedes ponerle aceite si prefieres) y para pintar
  • 9 g sal
  • 1 cucharadita mostaza en polvo (si la tienes en grano, machácala bien en un mortero)
  • 1 pizca pimienta negra molida El Amasadero

Elaboración paso a paso
 

  • Prepara el prefermento mezclando los ingredientes la noche anterior y dejándolo en un recipiente tapado a temperatura ambiente.
  • Pocha la cebolla en una sartén con un poco de mantequilla (más british) o de aceite. Cuando esté dorada y tierna aparta la sartén del fuego y deja enfriar. Si quedan restos de aceite o mantequilla, escúrrelos.
  • En un bol mezcla la harina, la mostaza en polvo, la pimienta, el prefermento, la cebolla, tres cuartas partes del queso rallado y la leche tibia. Amasa un rato y añade la sal. Continúa amasando unos minutos, puedes hacerlo con un amasado francés. Mételo todo en un bol aceitado para evitar que se pegue, tápalo y déjalo leudar aproximadamente tres horas o hasta que suba sensiblemente de volumen. Si hace calor tardará menos. No hace falta que doble.
  • Vuelca la masa sobre una mesa ligeramente enharinada y divídela en 16 porciones más o menos iguales. Con las dos manos vete formando bolitas (como si hicieras albóndigas) con los trozos de masa. Pon la mitad de ellos en un molde untado con mantequilla y pinta su superficie con algo de mantequilla clarificada. Añade encima la otra mitad de las bolitas y vuelve a pintar. Cubre el bol y déjalo reposar en un sitio cálido aproximadamente dos horas más o hasta que doble.
    Forma dos capas de bolitas de masa
  • Precalienta el horno a 190 grados. Esparce el queso rallado restante sobre la superficie de los bollitos e introduce en el horno, en la segunda altura más cercana a la placa base. Cuécelo unos 45 minutos. Si ves que se tuesta demasiado por arriba cúbrelo con un trozo de papel de aluminio durante unos minutos. Ha de quedar bien dorado. Desmóldalo al sacarlo del horno. Si los laterales te han quedado muy pálidos puedes meterlo cinco minutos más, ya sin molde. Déjalo enfriar sobre una rejilla.

Notas

En la receta original no emplean prefermento. En ese caso olvídate del primer paso y suma 150 gramos de harina, 150 gramos de agua templada y 5 gramos de levadura seca. Los tiempos de leudado serán menores. En este caso el resultado seguramente será parecido, aunque yo prefiero los panes con prefermento porque suelen ser más sabrosos y se conservan mejor.
Lo de invertir en queso es importante. Hazte con un buen queso Cheddar, no del que venden de barra en el súper. Si no lo tienes disponible puedes ponerle uno de Mahón curado de buena calidad. Si finalmente empleas otro tipo de queso recuerda que cuanto más fuerte sea, menos cantidad debes añadir, porque en esta receta el sabor que aporta es muy intenso.

NUTRICIÓN

Calorías: 1775kcalCarbohidratos: 361gProteina: 53gGrasa: 9gGrasa saturada: 4gGrasa polinsaturada: 2gGrasa monosaturada: 1gColesterol: 18mgSodio: 3566mgPotasio: 882mgFibra: 14gAzúcar: 13gVitamina A: 251IUVitamina C: 8mgCalcio: 288mgHierro: 21mg

Categorías
Masas dulces Repostería tradicional

Colomba de Pascua

Colomba de Pascua


Valoraciones: 8 Comentarios

Colomba de Pascua

Valoraciones: 8 Comentarios

Mi masa madre y yo somos muy de crecernos cuando vienen mal dadas. Muy de esta ronda la pago yo, ¿pero por qué tú? Por mis… Y pagas, sacando pecho, aunque estés en bancarrota. Somos los dos muy de barrio. Así que cuando le pregunté si se sentía capaz de hacer una Colomba como las de Piergiorgio Giorilli (La fermentación lenta. Editorial Gribaudo) se me vino arriba y me respondió, altanera: esa y cuántas más.

Yo le di crédito pero, honestamente, lo veía difícil. Las masas madre de Piergiorgio son de alta cuna. Han crecido en un ambiente selecto, de temperaturas y tiempos tasados, hacen ejercicio en la piscina y las usan solo cuando empiezan a flotar (sí, así comprueba el autor cuándo están listas: cuando salen a flote tras sumergir las bolas en un frasco con agua). La mía, la pobre, nació en un barrio de A Coruña, en un bote reutilizado de mermelada, y su mundo se limita a un rincón de la cocina. Sí, es una fiera comiendo, pero a veces me olvido de darle a su ahora y hay que ver cómo se pone. En cualquier caso, yo la tengo en alta estima.

Así que aceptamos el reto. Según iba leyendo la receta la iba mirando con más y más dudas. No tengo amasadora profesional (ni amateur) ni cámara de fermentación. Yo, en esencia, tengo las manos y un bol, pero allá fuimos igualmente mi fiera y yo cual partisanos frente a un ejército regular.
La verdad es que me dio algo de pena verla desaparecer en aquel mar de mantequilla. Parecía imposible meter tanta, y tanta yema de huevo, en tan poca harina, pero al final se pudo, mezclando, más que amasando, sobre la mesa.

-¿Sigues ahí?

Pregunté, pero no obtuve respuesta. La cosa pasaba ahora por dejarla leudar entre 10 y 12 horas a 24 o 25 grados. Yo, con mi invierno gallego, no tengo tantos grados que ofrecer. Fue pasando la tarde sin que aquello mostrase el menor cambio. Visitaba al paciente cada poco para comprobar su estado. Ocho horas y nada de nada. Mi pecho empezaba a teñirse de luto. Me temía lo peor, un desenlace fatal. Pasadas las doce horas decidí acercar el bol a la chimenea, donde ardía un buen fuego, para que al menos en su agonía mis pobres levaduras proletarias se sintieran confortadas en su último trance. Pero de último trance nada. A las 16 horas mi masa madre me sonrió desde aquel globo de mantequilla.

La alegría fue grande, pero faltaba lo peor. Tras tanto esfuerzo, otra vez abajo y a los moldes. Esta vez eran seis horas a 30 grados… Menos mal que tenía leña. A las dos horas, nada, ni a las tres. Al final, cada diez minutos levantaba el paño, pero ya lo hacía con el triste gesto de quien va a reconocer a un cadáver, y no en una rutina panadera. Cinco horas y nada. Me resignaba ya pensando en el dulce y aromático mazacote que me aguardaba, en el tocho en el que habría fallecido mi fiera, compañera de tantas alegres hornadas… ¡Pero a la sexta hora resucitó! El horno hizo el resto.

-¿No te fiabas de mí, santo Tomás?
-Es que te vi muy mal.
-Hombre de poca fe…

Con la cola desplegada como un pavo real en cortejo repartí aquellos panes entre amigos y compañeros, más por refrendar mi crecido ego que por deleitarlos con mi masa.

-¡Pero esto está buenísimo!
-Sí, bueno, ya sabes, Piergiorio y yo estamos muy unidos, uña y carne…

Receta de colomba de pascua

Receta de colomba de Pascua

Colomba de Pascua: Un dulce tradicional italiano que se asemeja a un panettone pero con forma de paloma. La colomba de Pascua se prepara con una masa suave y esponjosa, enriquecida con mantequilla, huevos y ralladura de naranja. Se le añaden trozos de fruta confitada y se decora con azúcar perlado y almendras en la parte superior. Después de hornear, se obtiene un dulce fragante y delicioso, perfecto para compartir durante las celebraciones de Semana Santa. La colomba de Pascua es un símbolo de paz y resurrección en la tradición italiana.
4.72 de 7 votos
Tiempo de preparación 40 min
Tiempo de cocción 45 min
Tiempo de reposo 17 h
Tiempo total 18 h 25 min
Plato Desayuno, Merienda, Postre
Cocina Italiana
Raciones 4 colombas de 300 gramos
Calorías 1591 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

  • 1 bol
  • 4 moldes pequeños de Colomba
  • 1 fuente de calor (vale un radiador)
  • si tienes un termómetro atmosférico normal y corriente, tanto mejor

Ingredientes
  

Para la primera masa

Para la segunda masa

Para el aroma

  • 30 g miel
  • ½ cucharada pasta de vainilla
  • ralladura media naranja sin tratar (si no las tienes, lávalas bien, con estropajo, antes de usarlas)

Para pintar

Para decorar

Elaboración paso a paso
 

  • Mezcla los ingredientes de los aromas el día anterior al de horneado y deja reposar en un bote tapado.
  • Amasa la harina, la masa madre y el agua de la primera masa durante un rato hasta conseguir una mezcla homogénea. Añade el azúcar y la sal e incorpóralos. Después vete metiendo, poco a poco y alternando, las yemas y la mantequilla. Mezcla sobre la mesa estirando y llevando al centro durante varios minutos. Es demasiado líquida para un amasado francés, paciencia.
  • Introduce en un bol, cúbrelo y déjalo leudar unas 12 horas a 25 grados, más si no llegas a esa temperatura en casa. El tamaño debe multiplicarse por tres. Puedes acercarla a un radiador para facilitarle las cosas, pero tampoco la pegues demasiado.
  • Desgasa en el mismo bol empujando con la mano y añade la harina y la malta de la segunda masa. Trabaja unos minutos hasta conseguir un resultado homogéneo.
  • Echa poco a poco el azúcar y amasa hasta que se absorba, añade la mitad de las yemas, los aromas y la sal y sigue amasando hasta lograr una textura lisa.
  • Suma a esa masa las yemas que faltan y, poco a poco, la mantequilla. Esta es la parte más delicada porque verás que trabajarás sobre una masa muy líquida. No te preocupes, lo importante es conseguir un resultado homogéneo. Cuando lo hayas logrado, añade los dados de naranja confitada en un breve amasado más.
  • Deja que esa mezcla repose el bol, tapado, en un lugar muy cálido (unos 30 grados) durante una hora. Para conseguir esa temperatura constante yo meto el bol en una caja de madera y la acerco a un radiador. Con un sencillo termómetro atmosférico puedes medir la temperatura.
  • Divide la masa y ponla en cada molde, más o menos hasta la mitad de la altura del molde. Déjalos reposar, cubiertos con un paño, unas cinco horas más en un lugar cálido.Ha de alcanzar como dos tercios de la altura del molde. Pinta con la cobertura de huevo, almendra molida y azúcar (que habrás batido ligeramente), decora con las almendras (enteras o laminadas, al gusto) y espolvorea con azúcar glas.
  • Hornea en horno precalentado a 180 grados durante unos 45 minutos o hasta que adquieran un tono tostado. Si los moldes son más grandes te hará falta un poco más de tiempo. Déjalas enfriar, sin desmoldarlas, sobre una rejilla.

Notas

Si no tienes molde de Colomba hazlo en otro. Vale la pena probar esta receta tradicional de la pascua italiana. Piergiorgio Giorilli sugiere, para quien no le guste la naranja, que la sustituya por piña confitada, por pepitas de chocolate, o por almendras glaseadas y trituradas. No las he probado, pero la de naranja está realmente buena.

NUTRICIÓN

Calorías: 1591kcalCarbohidratos: 180gProteina: 25gGrasa: 87gGrasa saturada: 49gGrasa polinsaturada: 6gGrasa monosaturada: 25gGrasa Transgénica: 3gColesterol: 828mgSodio: 1078mgPotasio: 226mgFibra: 4gAzúcar: 77gVitamina A: 2958IUVitamina C: 0.04mgCalcio: 127mgHierro: 8mg

Categorías
Masas dulces Repostería tradicional

Kugelhopf

Kugelhopf


Valoraciones: 14 Comentarios

Kugelhopf

Valoraciones: 14 Comentarios

Vamos a ser sinceros en esto, sin paños calientes: si el brioche es una bomba atómica, el Kugelhopf es de las de hidrógeno. Esto que vas a hacer, amigo, no es ninguna broma, hay muchos kilotones aquí dentro, así que respeto. Hazme caso y aprovecha los tiempos de leudado para salir a correr 15 o 20 kilómetros porque, amigo, vamos a traspasar una línea roja, una frontera de mantequilla, huevos y azúcar más allá de la cual no hay cardiólogo que pueda garantizar la supervivencia.

Tranquilo, es normal que te entre el miedo mientras incorporas tales cantidades de mantequilla, pero todo valiente ha de sentir miedo antes de afrontar las grandes gestas. De otro modo sería un inconsciente. También te digo que una vez que llegues al otro lado ya no querrás volver, así que por favor, insisto, ponte las zapatilla y corre, o monta en en bici y márcate una buena etapa, esquía, juega al hockey. Vamos, lo que sea.

Para hacer el Kugelhopf hay que hacer brioche, entronizado este último con el acabado regio, soberbio, que le dieron los alsacianos a su obra, pues de centroeuropa procede esta joya.

Yo no uso amasadora y al ver la lista de ingredientes me pregunté si sería capaz de juntar a mano tal cantidad de mantequilla con la harina (aún hay recetas con un mayor porcentaje). Se puede hacer, es más, es divertido, sobre todo cuando empiezas a disfrutar de algo que, más que amasado, se convierte en chapoteo. Al final, esa masa va a quedar perfecta.

Por cierto, el Kugelhopf se hace en un molde con un hueco cilíndrico en medio. Verás que en la foto no está así. La justificación nada tiene que ver con ciencias gastronómicas, es más bien prosaica: no tengo ese molde, pero soy de los que piensa que en la cocina hay que improvisar porque si no, o te llenas de cacharros o no haces la mitad de las cosas.

El molde que utilicé mide 20 centímetros en la parte abierta. Si vas a usar uno similar, quítale una quinta parte a todos los ingredientes. Yo lo hice así porque destiné esa quinta parte de más a hacer un pequeño brioche, un pan que, con la rueda, el fuego y las vacunas, es sin duda uno de los grandes inventos de la humanidad. Si te animas, deja los igredientes como están y haz lo mismo, que ya que enciendes el horno hace dos monumentos en la misma hornada

La masa de brioche tiene, además de estar muy buena, la inmensa ventaja de que puedes dejarla un día en la nevera, durante el primer leudado así que, a diferencia de otro panes, no tendrás que pedir un permiso en el trabajo para conciliación de la vida panadera y familiar. Si te has metido en esto de la harina ya sabrás de lo que hablo.

Verlo subir en el horno (porque se ve a simple vista como crece) es una de las cosas más bellas de este mundo, y contemplar la cara de los amigos al probarlo a mí me deja el orgullo a la altura de Niel Armstrong al pisar la luna: hasta aquí ha sido capaz de llegar la humanidad. Pues eso, y vete sacando el pañuelo para secar las lágrimas de felicidad cuando lo pruebes bañado en almíbar almendrado y relleno de pasas. Ya verás como al cruzar la línea roja ya no podrás volver. Así que lo dicho, mejor haz deporte. Por cierto, a Pierre Hermé hay que hacerle una estatua por esta receta que aparece en el libro Cocina.

Receta de kugelhopf.

Receta de kugelhopf

Kugelhopf: Un clásico pastel originario de la región de Alsacia, en Francia. El kugelhopf es un pan dulce y esponjoso, con una forma característica en espiral y un sabor ligeramente dulce y afrutado. Se elabora con harina, levadura, mantequilla, azúcar, frutas secas y a menudo se aromatiza con ron o agua de azahar. Es perfecto para acompañar un café o té y es una delicia para disfrutar en cualquier ocasión especial.
4.25 de 4 votos
Tiempo de preparación 35 min
Tiempo de cocción 35 min
Tiempo de reposo 5 h 30 min
Tiempo total 6 h 40 min
Plato Desayuno, Merienda, Postre
Cocina Alemana, Austríaca, Francesa, Suíza
Raciones 1 kugelhopf de 0,5 kg
Calorías 2115 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para la masa de brioche

Para el Kugelhopf

Para el almíbar

Para el acabado

  • 20 g mantequilla
  • 15 g azúcar

Elaboración paso a paso
 

  • Pon en un cuenco la noche anterior las pasas bañadas con el ron.
  • Para hacer la masa de brioche, pon todos los ingredientes en un bol salvo la mantequilla y la sal, remueve, mezcla con los dedos y amasa. Cuando consigas una textura homogénea pon la sal sobre la encimera y sigue amasando encima al tiempo que vas añadiendo poco a poco los trozos de mantequilla blanda. Quedará una masa pegajosa, pero no te preocupes, que se convertirá en algo liso y terso.
  • Devuélvela al bol y tapa con una bolsa de plástico o papel film. A temperatura ambiente le pueden hacer falta tres horas. Déjala, en todo caso, hasta que doble (en este caso sí) su tamaño. Si la vas a dejar de un día para otro en la nevera, métela ahora y sáltate el paso siguiente.
  • Vuelca la masa sobre la mesa ligeramente enharinada y presiona con las mano, aplastándola, para que recupere su volumen inicial. Devuélvela al bol y déjala en la nevera hora y media tapada.
  • La masa habrá vuelto a crecer. Sácala del bol, desgásala otra vez, unta el molde con mantequilla y esparce las almendras fileteadas por el fondo.
  • Sobre la mesa o la encimera enharinada pon la masa y añade las pasas escurridas. Basta con aplastar algo la masa, esparcir las frutas encima y amasar suavemente para evitar que se rasgue la superficie.
  • Mete la masa en el molde empujando con la mano para que ocupe todos los huecos y se pegue bien a las almendras.
  • Déjalo subir entre hora y media y dos horas (si tu cocina no pasa de 20 grados, mejor dos horas) a temperatura ambiente. Mientras, pon el agua y el azúcar para el almíbar en un cazo al fuego, apágalo en cuanto empiece a hervir y en ese momento, retirado ya del fuego, añade las almendras molidas y el agua de azahar. Remueve un poco y deja enfriar.
  • Pon el Kuhelhopf en el horno precalentado a 180 grados, en la segunda altura contando desde abajo, y déjalo unos 35 minutos o hasta que esté bien dorado. Si ves que se quema, tápalo con albal unos minutos.
  • Mientras se hace, clarifica los 40 gramos de mantequilla en un cazo. Desmolda el Kugelhopf todavía caliente y píntalo primero con la mantequilla clarificada y después con el almíbar. Para acabar, espolvorea toda la superficie generosamente con azúcar.

Notas

Aunque parece complejo por la cantidad de pasos, resulta relativamente fácil de hacer. Deja que se enfríe antes de servirlo. El Kugelhopf, cubierto con plástico, se conserva bien varios días a temperatura ambiente. Si no tienes azahar, hazlo sin él.
Al llegar al paso 5 tendrás una masa de brioche lista para la última fermentación.

NUTRICIÓN

Calorías: 2115kcalCarbohidratos: 258gProteina: 30gGrasa: 113gGrasa saturada: 65gGrasa polinsaturada: 7gGrasa monosaturada: 32gGrasa Transgénica: 4gColesterol: 585mgSodio: 1119mgPotasio: 949mgFibra: 10gAzúcar: 104gVitamina A: 3486IUVitamina C: 8mgCalcio: 148mgHierro: 10mg

Categorías
Masas dulces Repostería tradicional

Bollos de canela

Bollos de canela


Valoraciones: 6 Comentarios

Bollos de canela

Valoraciones: 6 Comentarios

En la lista de sabores que hurgan en la memoria ganan por goleada aquellos viejunos que nos hacen viajar hasta esa mítica infancia dorada, esos que nos llevan a la cocina de la abuela y que al probarlos consiguen, en un arrebato de nostalgia, que dejemos de pensar en hipotecas y horarios y nos instalemos brevemente en ese balneario ajeno a las urgencias cotidianas que fue la niñez.

A mí me gustaría que hubiera sabores que con la misma intensidad me hicieran evocar noches de sexo voraz, o gozar de la sensación de ganar un Euromillones. O la Champions. Pero hasta ahora lo mejor que he conseguido por la vía gastronómica en materia de recuerdos es esta suerte de melancolía sentimental rebozada de azúcar y canela que permite vislumbrar los momentos felices de la infancia.

Cada uno tiene grabados sus propios sabores viejunos. Forman un selecto club, bastante cerrado, en el que panes y masas tienen un lugar destacado. Torrijas, flores, chulas, orejas de carnaval, buñuelos y leche frita pueblan esa nómina de recetas de mi máquina del tiempo. Los bollitos de canela (preparados siguiendo las indicaciones de Emmanuel Hadjiandreou en su libro “Cómo elaborar pan”), que jamás hornearon mis abuelas, llamaron a la puerta de ese club nada más probarlos.

Tienen esa sencillez de alimento de posguerra, ese espíritu de fiesta improvisado con lo más básico que no encuentra acomodo en las cartas de un restaurante porque lo suyo son las meriendas de verano con alma de vacaciones.

Poseen, además, la inmensa ventaja de la facilidad con la que se elabora y trabaja esa masa. Cuando pones los bollitos juntos en el molde recuerdan a los bucles de una estatua griega. A ésta mi hija tardó poco dejarla calva. Aunque no lo sepa, seguro que para ella ya se han instalado en su olimpo de los sabores viejunos.

Receta de bollos de canela

Receta de cinammon rolls

Receta de deliciosos cinnamon rolls, unos bollos dulces con un irresistible aroma a canela. La masa es suave y esponjosa, enrollada con una mezcla de azúcar moreno y canela. Después de hornearlos, se cubren con un glaseado dulce. Son perfectos para disfrutar en el desayuno o como dulce tentación en cualquier momento del día.
4 de 9 votos
Tiempo de preparación 30 min
Tiempo de cocción 15 min
Tiempo de reposo 3 h
Tiempo total 3 h 45 min
Plato Desayuno, Merienda, Postre
Cocina Americana
Raciones 15 bollitos
Calorías 82 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Elaboración paso a paso
 

  • Haz un prefermento mezclando bien el agua, el azúcar y 100 gramos de harina con la levadura. Déjalo reposar aproximadamente hora y media cubierto en el bol.
  • Añade los otros 100 gramos de harina, la sal, la canela y un huevo batido y amasa.
  • En pequeños trocitos vete integrando poco a poco la mantequilla durante el amasado. Déjalo reposar todo un cuarto de hora cubierto con un paño.
  • Amasa de nuevo llevando los bordes hacia el centro y presionando con firmeza pero sin demasiada fuerza. Basta con unos segundos. Deja reposar otros diez minutos y repite el proceso hasta haberle dado tres amasados con los correspondientes descansos entre ellos. Cubre el bol y déjalo una hora y cuarto o hasta que haya subido sensiblemente su volumen.
  • Enharina levemente la encimera. Desgasa la masa en el bol apretando hacia abajo con la mano y vuélcala sobre el mesado. Con los dedos (no hace falta rodillo) vete dando forma al conjunto hasta conseguir un rectángulo que no tenga un grosor mayor de medio centímetro. Verás que es una masa muy fácil de trabajar.
  • Pinta la superficie con el otro huevo batido (con un pellizco de sal) y espolvorea con azúcar y canela. Échale sin miedo, que es una pena quedarse corto. Al gusto. Enróllalo desde la parte más alargada y córtalo en rodajas de algo más de un dedo de grosor.
    masa extendida con canela y azúcar
  • Mete las rodajas en el molde con el corte hacia arriba, pegadas las unas a las otras pero sin apretarlas. Si te sobra alguna, no la pongas encima, prueba en otro molde. Cubre el molde con un paño y déjalo reposar hasta que los bollitos hayan crecido sensiblemente. Más o menos una hora.
    bollos de canela enmoldados
  • Mételos en el horno precalentado a 180 grados y añade algo de agua (dos dedos de un vaso) en una bandeja sobre la placa para producir vapor. Quítalos cuando estén dorados, aproximadamente en un cuarto de hora.
  • Desmolda y deja enfriar sobre una rejilla. Píntalos ligeramente con mantequilla derretida mientras aún están calientes y remata espolvoreando un poco de azúcar glas por encima.

NUTRICIÓN

Calorías: 82kcalCarbohidratos: 12gProteina: 2gGrasa: 3gGrasa saturada: 2gGrasa polinsaturada: 0.2gGrasa monosaturada: 1gGrasa Transgénica: 0.1gColesterol: 28mgSodio: 78mgPotasio: 25mgFibra: 0.4gAzúcar: 1gVitamina A: 99IUVitamina C: 0.003mgCalcio: 7mgHierro: 1mg

Categorías
Masa madre Panes para bocadillos

Barra con masa madre

Barra con masa madre


Valoraciones: 59 Comentarios

Barra con masa madre

Valoraciones: 59 Comentarios

Se me ocurren varias formas de aprovecharlas: darían unos estupendos bates de béisbol, o servirían para armar con una estética más amable a las fuerzas antidisturbios. Si Obi-Wan hubiera tenido una no habría sucumbido ante Darth Vader. Y por qué no, si el coche de Fernando Alonso estuviera hecho con ellas, tal vez el asturiano podría volver a lo más alto del podio. No hay elemento más duro y ligero en la tierra que una barra vieja del súper. El hormigón tarda una semana en fraguar, pero a la barra industrial le bastan 48 horas para alcanzar la dureza del diamante. Ella, la pobre y modesta barra, poco invitada a las comidas de los domingos y fiestas de guardar, ha sido históricamente castigada por la panadería industrial.

Precongeladas y ahítas de levadura y “mejorantes” pueblan hoy los monótonos anaqueles de los supermercados. La barra es la forma más consumida de pan en España, pero su triste devenir no tiene nada que ver con sus orígenes y sus potencialidades. También se pueden hacer bien. Como en el cuento, el problema de Cenicienta no era ella misma, sino la madrastra, y a nada que le pongas algo de cariño verás como sabe desenvolverse en los mejores manteles. En esta receta notarás cómo la masa madre le aporta presencia y sabor. No tengas miedo a añadir algo de levadura, muy poca, para lograr esa levedad característica y etérea de las barras. Verás que en las fotos de este artículo figuran dos piezas en la fase de preparación y, sin embargo, en la imagen que lo ilustra solo hay una. La otra desapareció en casa, devorada por mis fieras, antes de que tuviera tiempo de retratarla. Y no, al día siguiente ni sabe a corcho ni está como una piedra, y le podrás sacar una tostadas estupendas, y dos días después, también.

Amasadora Ankarsrum

Barra de pan con masa madre

Receta de una barra de pan clásica, pero con masa madre y un ligero toque de malta tostada para ganar color y aroma.
4.23 de 9 votos
Tiempo de preparación 20 min
Tiempo de cocción 25 min
tiempo de reposo 5 h 45 min
Tiempo total 6 h 30 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 2 barras de pan
Calorías 911 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para el refresco de la masa madre:

Para la masa:

Elaboración paso a paso
 

  • Haz el refresco de la masa madre la noche anterior.
  • Al día siguiente mezcla en el bol todos los ingredientes menos la sal. Amasa un poco y deja reposar unos 45 minutos con el bol tapado.
    Masa de pan recién mezclada, sin amasar
  • Añade la sal (espárcela sobre la mesa y amasa encima). Puedes emplear el amasado francés, ya que la masa es muy húmeda. No te mates. Amasa unos segundo y deja reposar unos minutos para volver a amasar brevemente. Repite el proceso tres o cuatro veces, hasta que veas que la masa queda tersa y lisa. Mete de nuevo en bol y tapa con una bolsa de plástico o film transparente.
    Masa de pan tras varios amasados y reposos
  • Deja fermentar unas tres horas (mi cocina está a unos 20 grados, algo menos de tiempo si hace más calor, más si hace más frío).
    Masa de pan tras la primera fermentación en bloque.
  • Saca la masa y divídela en dos. Bolea en forma redonda o ligeramente alargada (en este momento da igual) y deja reposar sobre la mesa enharinada, cubriendo con un plástico.
    Breve reposo antes del formado de las barras
  • Un cuarto de hora después dale forma a las barras.
    Masa extendida y lista para plegar y darle forma de barra
  • Pliega en tres longitudinalmente la masa extendida en forma de rectángulo y sella bien las uniones apretando con las dos manos y haciendo rodar sobre la mesa como si hicieras rollitos de plastilina, aunque con menos fuerza.
    Formado final de la barra.
  • Pon las barras en el lino enharinado y cúbrelas con el propio lino.
    Barras colocadas sobre la tela de lino, listas para la fermentación
  • En una hora y tres cuartos deberían estar listas.
    Barras listas para ir al horno
  • Ahora viene lo más complejo: pasarlas a la bandeja del horno. Puedes cogerlas con las manos, pero corres más riesgos que si, sencillamente, las haces rodar hasta la bandeja con papel de horno.
  • Si no tienes una cuchilla de panadero, emplea un cuchillo fino y bien afilado para hacerles los cortes paralelos y oblicuos a lo largo de la barra.
    Corte de la masa de pan.
  • Antes de meterlas en el horno rocíalas con agua con el espray vaporizador. Si no lo tienes, salpícalas con la punta de los dedos mojando las manos. En la base del horno vierte, en un recipiente metálico, un dedo de un vaso de agua y mete las barras en la bandeja baja con el horno precalentado a 240 grados. En 25 minutos deberán estar doradas y listas.

NUTRICIÓN

Calorías: 911kcalCarbohidratos: 191gProteina: 26gGrasa: 2gGrasa saturada: 0.4gGrasa polinsaturada: 1gGrasa monosaturada: 0.2gSodio: 1952mgPotasio: 269mgFibra: 7gAzúcar: 1gCalcio: 44mgHierro: 12mg
Amasadora Ankarsrum
Categorías
Recetas

Pan de centeno al 80 % con harina escaldada

Pan de centeno al 80 % con harina escaldada


Valoraciones: 43 Comentarios

Pan de centeno al 80 % con harina escaldada

Valoraciones: 43 Comentarios

El gluten es a la panificación lo mismo que la bóveda a la arquitectura. Lo mismo en la edificación que en el pan, permitió convertir en un ingrediente esencial el espacio vacío y transformar la miga –y la piedra y más tarde el cemento- en un artificio capaz de desafiar la fuerza de la gravedad. Hay algo etéreo en los grandes panes de trigo que los acercan a las cúpulas barroca y a las catedrales góticas.Pero sin minusvalorar tales composiciones, a veces en medio de tanta levitación yo echo en falta aquello más mundano que nos pega los pies a las tierra. Y para eso lo mismo me vale la arquitectura arquitrabada, con su lógica sencillez en la distribución de fuerzas, que el pan de centeno.

Si los dioses del Olimpo tomaran pan, lo comerían de trigo, seguramente enriquecido con huevos y mantequilla. A los hombres les correspondería el centeno, ajeno a mitologías verticales. En esta receta del Jeffrey Hamelman (El Pan) el centeno –con su escaso contenido en gluten- lleva una pequeña ayuda de trigo para ganar volumen y un escaldado que le aporta una especial suavidad a la miga. Tendrás un pan más terrenal, noble, sencillo, sin dobleces. Un pan sincero que invita a la contemplación embobada del horno mientras se crean sus formas. Si además le pones un poco de salmón ahumado con alcaparras o unas lonchas de bacalao, que esperen por ti en el Olimpo.

Pan de centeno al 80 % con harina escaldada

El pan de centeno al 80% con harina escaldada es una opción nutritiva y sabrosa. Se prepara combinando harina de centeno al 80%, agua caliente y sal. Luego, se escalda una porción de harina con agua hirviendo y se incorpora a la masa principal. Después de amasar y dejarla reposar, se forma y hornea hasta obtener una hogaza con una corteza crujiente y una miga densa y aromática. El resultado es un pan de centeno con un sabor profundo y una textura distintiva.
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Tiempo de preparación 40 min
Tiempo de cocción 50 min
Tiempo de reposo 3 h 10 min
Tiempo total 4 h 40 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 2 barras
Calorías 1762 kcal

Ingredientes
  

Para el prefermento:

Para el escaldado:

Para la masa:

Elaboración paso a paso
 

  • Haz el refresco con la masa madre la noche anterior a la cocción del pan.
  • Al mismo tiempo que haces el refresco, calienta el agua en un cazo y viértela, hirviendo, sobre los 200 gramos de harina de centeno. Cierra esta mezcla con tapa. Yo uso un recipiente de metal mediano con una tapa de plástico. Déjalo a temperatura ambiente, igual que el refresco de masa madre.
  • Al día siguiente mezcla todos los ingredientes y amasa a mano un par de minutos. Como todas las masas de centeno, quedará pegajosa. Deja reposar diez minutos y vuelve a amasar. Deja que fermente aproximadamente una hora (media hora basta si la temperatura es de 27 grados).
  • Divide la masa en dos partes y dales forma alargada sobre la encimera. Puedes dejar las barras sobre un lino bien enharinado (con harina de centeno integral) o introducirlas en dos banetones medianos de El Amasadero. La fermentación final durará entre hora y media y dos horas (una hora a 27 grados).
  • Si tienes plancha Celsius, pondrás ahí las barras, en el horno precalentado a 240 grados. Si no, en la bandeja inferior.
  • Hazles un corte a lo largo con una cucilla de panadero o un cuchillo muy afilado.
  • Coloca dos o tres cubitos de hielo en la base del horno y cuece durante 15 minutos a 240º.
  • Baja la temperatura a 225 grados y deja las barras unos 35 minutos más.
  • Deja enfriar sobre una rejilla.

Notas

Como todos los panes de centeno (si son de mezcla con trigo, cuando el porcentaje de trigo es escaso), necesita tiempo de reposo para que mejore la textura de la miga. En este caso, con un día basta.

NUTRICIÓN

Calorías: 1762kcalCarbohidratos: 378gProteina: 54gGrasa: 7gGrasa saturada: 1gGrasa polinsaturada: 3gGrasa monosaturada: 1gSodio: 3518mgPotasio: 1611mgFibra: 50gAzúcar: 5gCalcio: 125mgHierro: 15mg

Categorías
Masa madre

Pan Neptuno (O una reflexión sobre el tipo de agua adecuado para las masas)

Pan Neptuno (O una reflexión sobre el tipo de agua adecuado para las masas)


Valoraciones: 8 Comentarios

Pan Neptuno (O una reflexión sobre el tipo de agua adecuado para las masas)

Valoraciones: 8 Comentarios

Allá por el siglo XVIII, con la eclosión del Romanticismo, empezaron a extenderse las ideas de genio y artista, entendidas como propias de un ser radicalmente libre y éticamente superior. Nunca tanto daño hizo al ser humano la percepción del derecho de creerse artista, un mal que hoy lo contamina todo y que nos afecta también un poco a todos. Es algo que con disciplina y lectura se puede controlar, pero que de vez en cuando, sobre todo cuando se está envalentonado porque dos o tres cosas han salido bien, algunos no podemos evitar. Nos pasa, sobre todo, a los hombres, que con dichas actitudes tenemos una marcada tendencia a hacer el ridículo.

Este pan, en cierto modo, es fruto de tales circunstancias, y me lo hubiera callado por decoro sino fuera porque me venía de perlas para hablar sobre el otro gran ingrediente de este oficio, el agua.

Es evidente que sin ella poco se puede hacer y para muchos panaderos es algo fundamental. Los de Neda –un municipio al lado de Ferrol donde hacen unos panes fantásticos- responsabilizan a las aguas del río Belelle de la calidad de sus bollos.

Así que me puse a investigar un poco sobre el asunto. Francisco Tejero, en su libro Panadería española, establece cuatro categorías en las aguas según la presencia de sales de calcio (carbonato cálcico) y de magnesio en ellas: aguas blandas (menos de 50 mg por litro), duras intermedias (de 50 a 100), duras (de 100 a 200) y muy duras (más de 200). En su opinión, las más adecuadas para la panificación son las duras intermedias y las duras. Explica que las aguas blandas generas masas más pegajosas con un gluten debilitado, mientras que las muy duras endurecen el gluten y dificultan, retardándola, la fermentación.

En España casi todas las aguas entran en las dos categorías óptimas de panificación, con algunas excepciones. En Galicia, por ejemplo, las aguas son blandas, sin que eso suponga problema alguno para que de aquí salgan panes monumentales. Por el contrario, en las Baleares suelen ser muy duras, y allí también hay fantásticos panaderos que, que se sepa, no importan el líquido de ningún otro lugar.

Francisco Tejero explica que en el caso de las aguas blanda el problema se elimina echándole sal, y en las muy duras bastaría un filtrarla a través de unos filtros específicos. ¡Nada de echarle la pastilla de Calgonit!

Ante tales consideraciones científicas mi mente calenturienta decidió hacer una prueba radical para conocer el grado de influencia del agua en el pan. Así que ni de Ourense ni de Cuenca, decidí cogerla del mar, del océano que me queda enfrente. Vaya por delante que para tales experimentos, por muy poéticos, que sean, no vale bajar a la playa con el cubito de la playa. Desgraciadamente la costa está como está y es mucho mejor alejarse algo de ella para no correr riesgos. Así que hice unas llamadas y de amigo en amigo conseguí colarme un domingo de polizón en un hermoso velero, con el que abandonamos la ría para internarnos unas millas en el Atlántico. Allí, colgado de la borda por los pies, conseguí llenar una botella de cristal con un litro de océano.

El agua de mar se estropea pronto (suele tener bastante microorganismos) así que al llegar a casa la metí en la nevera y la utilicé al día siguiente. La cantidad que aparece en la receta no está elegida al azar. El Atlántico tiene una salinidad media de 38 gramos por litro y no quería pasarme, sino quedarme en unos 15 gramos de sal para la preparación.
Tras amasados y reposos metí aquello en el horno con el corazón palpitante. ¿Descubriría un pan con sabor a nécoras y percebes? ¿Una hogaza con aromas a algas? ¿Subiría aquello bien en el horno? ¿Se estaba gestando en mi cocina una revolución panadera?

Pues sí, el pan subió de maravilla, pero de nécoras y percebes, nada. De revolución tampoco. Salió un fantástico pan de masa madre con una miga jugosa y aromática, pero para nada aprecié que la aguas de mi ría, por mucho que la experiencia tenga de tributo lírico, hayan influido en la fermentación y sabor del pan. Y si el agua del Atlántico no altera las hogazas, ¿lo va a hacer la del río Belelle? Pues no, los panaderos de Neda mienten. El secreto de sus piezas no está en las ninfas fluviales, sino en el buen hacer que tienen allí los del oficio, que sin duda prefieren decir que el asunto es cosa del río para evitar que nadie les pregunte por sus auténticos secretos.

Así que ya sabes, no hace falta que compres agua del Himalaya ni que vuelvas loco con filtros y sales. Abre el grifo y listo, y si te interesa esta receta, que bien vale la pena, y el mar no te cae cerca, no te preocupes, añade 15 gramos de sal a la masa y te saldrá igual de buena. De todos modos, te aconsejo, si puedes, que lo hagas con agua de mar. Sobre todo por el paseo en yate.

Pan neptuno.

Pan Neptuno (O una reflexión sobre el tipo de agua adecuado para las masas)

¿Qué pasa si hacemos pan con agua de mar? Hacemos la prueba y te explicamos el resultado.
3.43 de 7 votos
Tiempo de preparación 3 d
Tiempo de cocción 40 min
tiempo de reposo 2 d
Tiempo total 3 d 40 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 1 pan de 1,3 Kg
Calorías 2860 kcal

Ingredientes
  

Primer refresco:

Segundo refresco:

Masa final

Elaboración paso a paso
 

  • Dale un refresco a la masa madre con las cantidades que se indican. Al día siguiente, otro. Al tercer día tendrás el fermento listo. Mezcla todos los ingredientes y amasa a mano unos segundos. Deja reposar diez minutos y vuelva a amasar. Repite tres o cuatro veces. A esta masa húmeda le va bien el amasado francés. Puedes dejarla en la nevera hasta el día siguiente o dejarla reposar unas tres horas.
  • Vuelca sobre la mesa y dale forma de bola. Tras hacer un hatillo llevando la masa hacia su centro, arrastra con delicadeza sobre la mesa o encimera para que gane tensión. No es necesario desgasarla por completo.
  • Métela con las juntas hacia arriba en un banneton redondo grande de El Amasadero bien enharinado y déjala reposar unas tres horas cubierto con un paño.
  • Precalienta el horno a 250 grados e introduce el bollo en la bandeja inferior tras darle unos cortes en la superficie con una cuchilla o un cuchillo bien afilado. Si tienes plancha Celsius le vendrá muy bien a este pan. Añade en una bandeja que habrás puesto sobre la base del horno un poco de agua, como un dedo de un vaso. A los diez minutos baja la temperatura a 210 grados y déjalo otros 35-40 minutos.

NUTRICIÓN

Calorías: 2860kcalCarbohidratos: 601gProteina: 87gGrasa: 10gGrasa saturada: 2gGrasa polinsaturada: 4gGrasa monosaturada: 1gSodio: 44mgPotasio: 1255mgFibra: 34gAzúcar: 2gVitamina A: 14IUCalcio: 166mgHierro: 35mg

Categorías
Recetas de pan de molde

Pan de molde (o la lucha contra la industria)

Pan de molde (o la lucha contra la industria)


Valoraciones: 101 Comentarios

Pan de molde (o la lucha contra la industria)

Valoraciones: 101 Comentarios

Llegó un día en que la presión se hizo insoportable.

-Papá, es que todas mis amigas lo llevan…

Ahí es cuando un padre suspira y, tras gastar los argumentos racionales -que no han funcionado y han sido siempre contestados con un simple “jo”- cita a Fulano por el diminutivo.

-Ya, y si Fulanito se tira por una ventana, ¿vas tú detrás?

Pero los padres sabemos que la casuística propia de Fulanito no hace mella en la prole más allá de unos segundos de condescendiente silencio, y que al final esos ojos lindos mirarán suplicantes.

-Te prometo que nunca copiaré a Fulanito…

Y es entonces cuando te desarma, porque ves candor en esa confesión aunque ella, seguramente, en lo que se ha fijado es en que no hay Fulanito ninguno en su colegio y por ello tiene fácil cumplir su promesa. Y cedí.

No sé para ti, pero imagina lo que para mí supone acabar comprando en el súper el famoso paquete de pan Bimbo. Cuando le preparaba el bocata de la merienda escolar tenía la sensación de que mis botecitos de masa madre me miraban con odio desde los estantes…

No quiero entrar aquí a debatir sobre las bondades o perfidias del pan Bimbo, porque ya no es eso, sino un ataque al amor propio de quien hace sus pinitos en el mundo de la harina. Lejos de arredrarme, decidí plantarle cara y aparqué por un tiempo mis bollos y hogazas para estudiar el pan de molde. La batalla fue breve y tampoco me hizo falta desfondarme en la pugna.

Salió del horno un pan lleno de dignidad, y aunque yo en masas tiendo más a lo monárquico, aquel plebeyo cocido en el molde resultó ser un buen caballero, sobre todo si te gustan las tostadas cortadas con ancho especial (dos dedos, a la portuguesa) o necesitas montarte un sándwich que no se te deshaga al primer empuje del agua del tomate. Y sí, no hizo falta volver a visitar los anaqueles del súper para las meriendas del cole. Al final, con esta sencilla receta de Ibán Yarza (Pan casero, Larousse), conseguí vencer a la industria panificadora. Parecía más difícil la batalla vista desde fuera pero al final, para tomar Troya, solo hizo falta un buen carpintero.

Amasadora Ankarsrum
Receta de pan de molde blandito

Pan de molde (o la lucha contra la industria)

Receta de pan bimbo casero muy tierno y jugoso, pero sin los aditivos del pan industrial
4.23 de 18 votos
Tiempo de preparación 20 min
Tiempo de cocción 30 min
Tiempo de reposo 4 h 10 min
Tiempo total 5 h
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 1 pan de molde
Calorías 1371 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Elaboración paso a paso
 

  • Dispón todos los ingredientes en un bol y mézclalos. Deja reposar esa masa tapada durante diez minutos y amásala después sobre la encimera, sin enharinar. Es una masa muy fácil de trabajar y en poco tiempo pasará de pegarse en los dedos a tener una superficie tersa. Dos o tres minutos bastan.
  • Deja que fermente en el bol tapado durante un par de horas. Si tu cocina no es muy cálida (por debajo de 21 grados) te vendrá bien acercar el bol a un radiador, sin pegarlo, para que suba en ese tiempo. Si no, espera una hora más.
  • Cuando notes que la masa está lista, vuélcala sobre la encimera y desgásala bien, apretando con las manos para evitar grandes burbujas en el resultado final. Estira la masa y hazle dos pliegues que se unan en el centro. Dobla una mitad sobre la otra y vuelve a plegar del mismo modo. Trabaja la masa sobre la mesa empujando con las palmas hacia ti primero y con los pulgares hacia fuera después hasta conseguir una superficie homogénea, tensa y bien sellada en los laterales. No deben quedar juntas o grietas por las que pueda abrir el pan.
  • Introduce la masa en un molde untado con mantequilla, cúbrelo y deja que fermente otras dos horas. Más o menos hasta que doble su volumen. Píntalo con leche y mete en el horno precalentado a 220 grados, en la bandeja de abajo. Déjalo 30 minutos, sácalo y desmóldalo y vuelve a ponerlo sobre la rejilla del horno cinco minutos más para que las partes en contacto con el molde cojan algo de color.
    Receta de pan de molde blandito

Notas

Para evitar que la corteza superior se tueste demasiado puedes taparlo a media cocción con un trozo de papel de aluminio que retirarás poco antes de sacarlo del horno.

NUTRICIÓN

Calorías: 1371kcalCarbohidratos: 245gProteina: 32gGrasa: 27gGrasa saturada: 16gGrasa polinsaturada: 2gGrasa monosaturada: 7gGrasa Transgénica: 1gColesterol: 65mgSodio: 2530mgPotasio: 348mgFibra: 9gAzúcar: 16gVitamina A: 750IUVitamina C: 0.01mgCalcio: 57mgHierro: 14mg

Categorías
Recetas

Brioche por la vía rápida

Brioche por la vía rápida


Valoraciones: 57 Comentarios

Brioche por la vía rápida

Valoraciones: 57 Comentarios

Además de segregar saliva en el clásico efecto Pavlov, el olor que salía del horno hizo que un pensamiento difuso empezase a rondar por mi cabeza. No conseguí aclarar qué era hasta que lo probé: David Bowie. Me explico: a Bowie yo llegué tarde. Por alguna extraña razón esquivé sin querer su música hasta los veintimuchos, una anomalía entre los de mi quinta. Cuando empecé a alabar las excelencias sonoras de Bowie con mis amigos muchos me miraron con lástima.

¿Qué tipo de ignorante había sido yo hasta entonces? Aquel analfabetismo musical mío lejos de avergonzarme me producía un intenso regocijo, porque al fin y al cabo los amores tardíos rejuvenecen el alma y duran más que aquellos carbonizados en la hoguera de la adolescencia.

Amasadora Ankarsrum

Pues lo mismo me ocurrió con el brioche, al que permanecí ajeno durante toda la vida en mi ignorancia culinaria. Temblando de la emoción ofrecí aquello a mi familia buscando, seguro, satisfacer mi ego de repostero con desmesurados elogios. Mi hija de siete años renunció inmediatamente a llevar al cole ninguna otra cosa de merienda y mi mujer, tras catarlo, compuso espontáneamente el siguiente soneto:

¡Oh dulzura de pan bien amasado!
¡Oh centro de azúcar y mantequilla!
Bendice la lengua, en miga amarilla
y el ojo tu contorno bien tostado.

La factura del pan, su levedado
es rápido y su hechura muy sencilla
no muestra tan fugaz la maravilla
ni el gasto fue parejo a su legado.

Gracias, oh sal, huevos, harina
que llenáis nuestras bocas de dulzura
por la transformación hoy padecida.

No salió de la mar ni de gallina
ni de mies de trigo al viento mecida
jamás mayor prodigio de ternura.

¿Hace falta que diga algo más?

Receta de brioche

Brioche por la vía rápida

El brioche por la vía rápida es una versión más rápida y sencilla de hacer este delicioso pan dulce de origen francés para obtener un brioche esponjoso y tierno en menos tiempo. Se prepara con harina, azúcar, mantequilla, huevos y levadura, y se puede disfrutar tanto en versiones dulces como saladas. Es perfecto para disfrutar en el desayuno.
4.60 de 10 votos
Tiempo de preparación 40 min
Tiempo de cocción 20 min
Tiempo de reposo 1 h 50 min
Tiempo total 2 h 50 min
Plato Acompañamiento, Merienda, Pan
Cocina Francesa
Raciones 1 pan brioche
Calorías 2365 kcal

Ingredientes
  

Elaboración paso a paso
 

  • Bate los dos huevos en un bol, añade la leche y la levadura y remueve hasta que esta se haya disuelto. Agrega la harina, la sal y el azúcar y trabaja todo a mano hasta que crear una masa pegajosa. Deja reposar 10 minutos con el bol cubierto.
  • En la mesa o la encimera amasa llevando los bordes hacia el centro y presionando. Bastarán unos segundos para completar el proceso. Déjala reposar otros diez minutos. Repite este paso dos veces más con idénticos tiempos de reposo entre los amasados.
  • Ahora toca incorporar la mantequilla en trozos blandos y pequeños. Hazlo siguiendo el mismo proceso de amasado anterior. Si antes bastaban unos segundos para acabarlo, ahora será necesario algo más. Deja reposar diez minutos y amasa una última vez asegurándote de que la mantequilla esté completamente incorporada a la masa. Tapa bien el bol con plástico y mételo en la nevera durante una hora.
  • Verás que la masa ha crecido notablemente. Presiónala (no hace falta aplastarla) para quitarle el gas y vuelca sobre la mesa ligeramente enharinada. Divide la masa en tres partes iguales y trabájalas hasta conseguir tres esferas. Si has puesto mucha harina en la mesa te resultará más complicado. Mueve las bolas de masa sobre la mesa haciéndolas girar en todas direcciones sin presionarlas, así lograrás que queden esféricas y con cierta tensión.
  • Pon las tres bolas, una al lado de la otra, en el molde para pan de molde de El Amasadero o en un molde de pan de 600 gramos que previamente habrás untado con mantequilla. Para calcular el tamaño, piensa que si el molde que esas es muy pequeño, el brioche rebosará demasiado al subir, y si es muy grande, no llegará arriba y no obtendrás la clásica forma de champiñón, tampoco te preocupes porque estará igual de bueno. Lo ideal es que cuando metas las bolas en el molde estas lleguen a algo menos de la mitad de su altura.
    Brioche para fermentar
  • Cubre el molde y déjalo reposar unos 40 minutos. Si tu cocina es muy fría, acércalo a un radiador. La masa deberá doblar su volumen, si no lo ha hecho, déjala un poco más.
    Masa de brioche fermentada lista para ir al horno.
  • Cuando esté listo, píntalo con huevo y haz un corte recto con unas tijeras en lo alto de cada bola. Mete el molde en la bandeja baja del horno, que habrás precalentado a 200 grados. En la base del horno agregarás una taza de agua en el momento de introducir el brioche. Pon el agua en una fuente baja o en algún recipiente metálico que habrás precalentado también, de modo que cuando introduzcas el líquido se empiece a producir vapor sin necesidad de esperar.
  • Hornea más o menos 20 minutos, hasta que esté dorado. Desmóldalo cuando lo saques del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Si puedes.

Notas

Hay mil formas de cocinar un brioche. Esta, recogida por Emmanuel Hadjiandreou en su libro “Cómo elaborar pan”, es de las más sencillas y rápidas. Otras (atento a futuras publicaciones en este blog) llevan mayores proporciones de mantequilla y se preparan con prefermento. El brioche se conserva de maravilla una semana si lo envuelves en papel de aluminio o lo metes en una lata, y no le hace falta nevera. Eso sí, la delicadeza de la corteza se pierde después del primer día, si bien puedes meterlo en rebanadas en la tostadora y te aseguro que se te saltarán las lágrimas.

NUTRICIÓN

Calorías: 2365kcalCarbohidratos: 274gProteina: 56gGrasa: 116gGrasa saturada: 68gGrasa polinsaturada: 7gGrasa monosaturada: 31gGrasa Transgénica: 4gColesterol: 758mgSodio: 2939mgPotasio: 764mgFibra: 11gAzúcar: 41gVitamina A: 3837IUVitamina C: 0.04mgCalcio: 248mgHierro: 17mg

Categorías
Masas dulces Masas hojaldradas Repostería tradicional

Strudel: la masa de la NASA

Strudel: la masa de la NASA


Valoraciones: 5 Comentarios

Strudel: la masa de la NASA

Valoraciones: 5 Comentarios

Los tipos que pulen los espejos de los telescopios espaciales de la NASA sabrán de lo que hablo, porque seguramente ellos serán los únicos que entiendan que esto de estirar masas más finas que la epidermis tiene su miga. Bueno, miga precisamente no tiene, pero mérito sí. Cabe preguntarse qué más le daba al inventor del strudel (una receta seguramente turca adoptada por la repostería austriaca) meter ese dulce relleno en una masa más gruesa.

Cabe preguntárselo hasta que se prueba, claro, porque las capas de papel de fumar de harina y agua crean un efecto de falso hojaldre que desencadena una fiesta en el paladar. Tranquilos, no hace falta ser ingeniero de la NASA para poder hacerlo, y cuando se le coge la mano es relativamente sencillo. Prueba entonces a estirar la masa delante de tus amigos y familiares, y verás como te empiezan a llover los galones. Algún pero podrán poner tu suegra o tu cuñado, o el amigo ese viajero y tocapelotas que ya probó uno mejor en la casa de un pastor de la Capadocia, pero déjalos que rumien su ignorancia y su envidia y disfruta de las ovaciones del resto y del sabor de tu obra.

Receta de strudel

Receta de strudel: la masa de la NASA

Receta de strudel: Un exquisito postre de origen austrohúngaro que consiste en un rollo de masa fina relleno de frutas, nueces y especias. Para lograr una masa muy fina, se recomienda estirarla con cuidado sobre un paño limpio y enharinado. Luego, se utiliza la técnica de "estirar y estirar" con las manos, suavemente, hasta que la masa quede casi transparente. Esto requiere paciencia y delicadeza, pero el resultado vale la pena, ya que la masa fina y crujiente es una parte clave del encanto del strudel.
4.50 de 6 votos
Tiempo de preparación 35 min
Tiempo de cocción 1 h
Tiempo total 1 h 35 min
Plato Aperitivo, Entrantes, Plato principal
Cocina Alemana, Austríaca
Raciones 1 Strudel
Calorías 3399 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para la masa:

Para el relleno:

Elaboración paso a paso
 

  • Mezcla y amasa la harina, el agua, el aceite y una pizca de sal hasta conseguir una masa lisa que no se pegue a las manos. Dale forma de bola, úntala con algo de aceite y déjala reposar una hora en papel de aluminio.
    receta de strudel: masa inicial
  • Derrite los 25 gramos de mantequilla y reserva. Bate los huevos con el azúcar, el limón rallado y una pizca de sal hasta que la mezcla aumente su volumen en un 50 %. Agrega las almendras, la harina y la mantequilla y mezcla bien. Añade las manzanas cortadas en láminas y las masas y vuelve a mezclar.
  • Pon una sábana o paño de cocina grande sobre una mesa y enharínalo bien. Estira la masa en la encimera a mano o con un rodillo hasta conseguir un rectángulo.
    Estirado de la masa de strudel
  • Enharínate bien las manos y comienza a trabajar la masa sobre la sábana. Hazlo con el dorso de las manos y estirando desde el centro hacia los bordes, dejando reposar sobre la sábana las partes que ya hayan sido estiradas.
  • Deberás conseguir una masa traslúcida de aproximadamente 90 por 70 centímetros.
  • Recorta y desecha los bordes (quedarán más gruesos) y dispón el relleno en una hilera en la parte más cercana a ti de la mesa, dejando un margen hasta el borde de unos 10 centímetros. Puedes poner primero la mezcla de huevo y sobre ella la fruta con las pasas o mezclarlo todo y disponerlo de una vez.
    strudel-enrollar-sobre-el-relleno
  • No hay diferencias importantes, así que como te sea más cómodo. Ahora tira de la sábana despacio para ir enrollando el strudel. Con cuatro o cinco capas de masa sobre el relleno será suficiente.
  • Sella los extremos del pastel y déjalo con las juntas hacia abajo. Con ayuda de la sábana lleva el strudel a la bandeja con papel de horno. También se puede mover cogiéndolo con las palmas de las manos (mejor que tengas manos grandes), pero recuerda que es delicado y el viaje a la bandeja debe ser rápido.
    strudel listo para ir al horno
  • Pinta con un pincel toda la superficie con la mantequilla clarificada (para clarificarla solo tienes que derretirla en un cazo, retirar la espuma que haga y pasarla, líquida, a un cuenco, dejando en el fondo del cazo los restos sólidos e impurezas) y mete en la bandeja central del horno, que habrás precalentado a 170 grados. Déjalo aproximadamente una hora, hasta que esté dorado. Píntalo con la mantequilla dos veces durante la cocción, cada 20 minutos, y una más cuando lo saques.

Notas

*También puedes sustituir las manzanas y las pasas por 750 gramos de uvas sin pepitas si quieres probar otro resultado. No sé cuál está más bueno.
No te deprimas si mientras estiras la masa se te rompe por algún lado. Si se rasga, deja reposar esa parte cuanto antes sobre la sábana para evitar que el hueco se agrande. Piensa que el pastel lleva varias vueltas y que si en una de ellas coincide un pequeño agujero tampoco se va a estropear tu receta. Esto no significa que sirva una masa hecha un colador…
Si ves que te resulta complicado trasladar el pastel de la sábana a la bandeja del horno, en vez de un strudel puedes hacer dos, bastará con que en el momento en el que dispongas la hilera de relleno sobre la masa dejes un hueco de unos 15 centímetros en la línea. Eso te permitirá después cortar por ese punto y obtener dos pasteles en lugar de uno.
Como el strudel es largo y los hornos suelen ser pequeños, colócalo sobre la bandeja en zigzag para que te entre mejor, aunque no quede muy hermoso, recuerda que no se presenta entero, sino cortado en porciones y sin los extremos. Así que no te asustes si del horno sale un cachorro de Alien. En cuanto lo cortes te quedará espléndido.
Para servirlo puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima.
El strudel admite variaciones según el país o el autor de la receta. Al relleno de manzana no le queda nada mal un toque de canela. Al gusto del consumidor.

NUTRICIÓN

Calorías: 3399kcalCarbohidratos: 367gProteina: 49gGrasa: 198gGrasa saturada: 119gGrasa polinsaturada: 11gGrasa monosaturada: 53gGrasa Transgénica: 7gColesterol: 811mgSodio: 2002mgPotasio: 1351mgFibra: 16gAzúcar: 41gVitamina A: 6099IUVitamina C: 7mgCalcio: 187mgHierro: 19mg

Categorías
Panes planos Recetas de panes tradicionales Recetas tradicionales de Andalucía

Saladillas de Alfacar

Saladillas de Alfacar


Valoraciones: 9 Comentarios

Saladillas de Alfacar

Valoraciones: 9 Comentarios

La saladilla de Alfacar es un pan fantástico que se hace con una sola fermentación. Es un pan tradicional de la provincia de Granada y lleva aceite en cantidades generosas y sal gorda. ¿Alguien duda del resultado con esos ingredientes? La clave, antes de meterlo en el horno, está en hacerle un buen número de huecos en la superficie, profundos, pero sin romper la masa. Se hacen con la yema de los dedos con cuidado de no rasgar la superficie con las uñas o directamente con los nudillos para evitar esa posibilidad. La receta se la tomamos prestada a Ana María Gutiérrez. Además de un pan fácil de hacer, el resultado es espectacular.

Amasadora Ankarsrum

Receta de saladillas de Alfacar

El pan de Alfacar, también conocido como saladilla, es un pan tradicional de la localidad de Alfacar, en la provincia de Granada, España. Se caracteriza por su forma redonda y achatada, con una textura crujiente por fuera y una miga suave por dentro. Está elaborado con harina, agua, sal y levadura, y se hornea en horno de leña para darle un sabor y aroma especial. Es ideal para acompañar platos salados o para hacer deliciosos bocadillos.
5 de 4 votos
Tiempo de preparación 35 min
Tiempo de cocción 30 min
Tiempo de reposo 10 h 30 min
Tiempo total 11 h 35 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Andaluza, Panadería casera
Raciones 4 panes alargados
Calorías 570 kcal

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Para el prefermento

Elaboración paso a paso
 

  • Mezcla los ingredientes para el prefermento y déjalos reposar toda la noche en un bol cubierto con una bolsa de plástico.
  • Al día siguiente mezcla el resto de los ingredientes, añade el prefermento y amasa a mano hasta conseguir una masa elástica y lisa. Tapa y deja fermentar una dos horas o dos horas y media, hasta que aumente sensiblemente de volumen (no hace falta que doble).
  • Corta en cuatro porciones y estíralas sobre la encimera enharinada hasta darles formas de tortas alargadas. Se estiran a mano y no hace falta aplastarlas demasiado, en torno a un centímetro de grosor será suficiente. Cúbrelas con un paño y déjalas reposar otra media hora (algo menos si hace calor).
  • Con los nudillos vete haciendo presión a lo largo de toda la superficie de la masa cubriéndola de cráteres. Aprieta sin miedo, pero ten cuidado de no atravesar la torta. Rocía con aceite de oliva del mejor que tengas y no te cortes echando. Remata esparciendo sal gorda sobre la superficie.
  • Mételos en el horno precalentado a 220 grados. Caben dos por tanda. Para que los dos que esperan no sigan fermentando los puedes meter diez minutos en la nevera. Déjalos una media hora a la misma temperatura, algo más si quieres que se doren bien, aunque no te pases, pues este pan ha de quedar crujiente, pero corres el riesgo de que se seque y endurezca demasiado. Y listo, híncale el diente en cuanto puedas porque está de muerte.

NUTRICIÓN

Calorías: 570kcalCarbohidratos: 115gProteina: 16gGrasa: 4gGrasa saturada: 1gGrasa polinsaturada: 1gGrasa monosaturada: 2gSodio: 976mgPotasio: 166mgFibra: 4gAzúcar: 0.4gVitamina C: 0.003mgCalcio: 26mgHierro: 7mg
Amasadora Ankarsrum
Categorías
Pan sin amasado Recetas de pan integral

Pan integral con centeno, nueces y pasas

Pan integral con centeno, nueces y pasas


Valoraciones: 25 Comentarios

Pan integral con centeno, nueces y pasas

Valoraciones: 25 Comentarios

Si tienes poco tiempo o buscas una receta sencilla y a prueba de fallos, prueba este pan integral sin amasado. Solo hay que mezclar los ingredientes y dejarlo a su aire. Una vez sacado del horno, resiste la tentación de probarlo y deja que repose un día. El sabor mejorará mucho.

Los panes 100 % integrales suelen ser densos y de sabor muy pronunciado. Un fallo habitual cuando se quiere hacer este tipo de panes es sustituir la harina blanca por integral y mantener las proporciones del resto de ingredientes de una receta dada. El mazacote está asegurado porque la harina integral necesita más agua. En esta receta, usamos 350 g de agua por 500 g de harina, 50 gramos más que si usásemos harina blanca.

Vamos a cernir la harina integral de trigo para separar el salvado más grueso (que usaremos  más tarde para espolvorear la corteza) y conseguir una miga más ligera. Este es un truco que aprendimos del fantástico libro Cocinar, de Michael Pollan, cuyo capítulo sobre pan recomendamos leer (como el resto del libro, también muy interesante).

Pan integral con centeno, pasas y nueces

Receta de pan integral con centeno, nueces y pasas

El pan integral con centeno, nueces y pasas es una deliciosa opción de pan saludable y nutritivo. Se prepara utilizando harina integral de trigo y harina de centeno, que le aportan un sabor y textura distintivos. Se incorporan nueces picadas y pasas para agregarle un toque de dulzor y crujiente. Este pan es ideal para disfrutar en el desayuno o como acompañamiento en las comidas, ya que combina perfectamente con una variedad de quesos, embutidos y mermeladas.
4.29 de 7 votos
Tiempo de preparación 35 min
Tiempo de cocción 45 min
Tiempo de reposo 13 h
Tiempo total 14 h 20 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Panadería casera
Raciones 1 pan de 900 gramos
Calorías 2501 kcal

Ingredientes
  

Elaboración paso a paso
 

  • Sobre un bol grande, pasa la harina integral de trigo por un cernidor o un colador grande hasta obtener 400 g de harina cernida. Reserva el salvado para más adelante.
  • Añade el resto de ingredientes secos al bol y remueve hasta que queden bien mezclados.
  • Echa el agua y mezcla hasta que no queden restos de harina seca.
  • Mete el bol dentro de una bolsa de plástico y deja fermentar en la nevera unas 8-10 horas. Si quieres, puedes plegar la masa un par de veces durante esta fermentación.
  • Pasado este tiempo, echa un poco de harina sobre la encimera, saca la masa del bol (si usas una rasqueta lo harás más fácilmente y sin rasgar la masa) y dale unos golpecitos con los dedos para aplanarla
  • Pliega la masa como si fuera una carta.
  • Echa en un plato el salvado que has reservado, coloca la masa encima y muévela un poco para que se cubra con él.
  • Pon la masa a fermentar en un banneton mediano o en el hueco hecho con un paño de lino plegado. En el primero, la parte lisa de la masa va hacia bajo; si usas el segundo, hacia arriba. Deja reposar entre una hora y media y tres horas, dependiendo de la temperatura de tu cocina.
  • Unos 20 minutos antes de meter la masa en el horno, precaliéntalo a 220º. Si usas una plancha Celsius, hazlo una hora antes (y no te preocupes por la factura de la luz).
  • Pasa la masa a la bandeja de horno o a la plancha Celsius, hazle un corte bien marcado en la corteza con una cuchilla de panadero o un cuchillo de hoja lisa bien afilado y hornea durante 45 minutos. Si quieres, coloca un cacito metálico con agua hirviendo dentro del horno para generar vapor (esto ayuda a dar más volumen al pan).
  • Deja enfriar sobre una rejilla. Puedes comerlo cuando quieras, pero te recomiendo que repose un día.

NUTRICIÓN

Calorías: 2501kcalCarbohidratos: 488gProteina: 88gGrasa: 40gGrasa saturada: 6gGrasa polinsaturada: 12gGrasa monosaturada: 17gSodio: 2378mgPotasio: 2920mgFibra: 74gAzúcar: 3gVitamina A: 53IUVitamina C: 3mgCalcio: 257mgHierro: 24mg

Categorías
Masa madre

Pan inglés con cerveza y patatas

Pan inglés con cerveza y patatas


Valoraciones: 16 Comentarios

Pan inglés con cerveza y patatas

Valoraciones: 16 Comentarios

El otro día un tipo me abordó en un semáforo y mirándome a los ojos me preguntó: “¿Quieres percebes?”. Yo entendí, pero no comprendí, y me quedé callado.

-Que si quieres percebes.

Insistió meneando una bolsa de plástico del Mercadona.

Ya me conocen y saben que soy un tanto especial, pero creo que podría haberle pasado lo mismo a cualquiera. Me podía haber ofrecido kleenex, o pedirme la hora -otra cosa es que yo se la hubiera dado-, o preguntarme por una dirección. Pero me preguntó si quería percebes. Me empecé a encontrar mal y salí corriendo sin rumbo preciso, con el otro detrás un rato gritándome si quería percebes.

Me costó tres sesiones de psicólogo reponerme. Al final mi forense particular y yo concluimos que soy incapaz de soportar situaciones que destrozan el decoro, y que en mi ecuación percebes y semáforo eran cosas incompatibles, por mucho que el furtivo buscase vías civilizadas de obtener liquidez.

El mismo terror me invadió cuando comencé a preparar aquel pan. El primer día todo bien, más que nada porque aquella masa llevaba cerveza en cantidades moderadas, así que, abierta la lata, media para el pan y media para el coleto. Y tan amigos. Pero lo de la mañana siguiente fue demasiado. ¿Cómo iba a echar patatas cocidas en aquella cosa parduzca? ¡Y encima el agua de cocerlas! Pensé en abandonar, y en las sesiones de analista que tendría que pagar si seguía adelante. Entonces entró mi madre que llegaba de la compra.

-¿A qué andas, Jacinto?
Me preguntó asomando su cabeza por la puerta de la cocina.

-¡Sal de aquí! ¡No veas esto! ¡Sálvate tú!
-Hijo, qué estás haciendo…
-¡Vete!, y dile a mis hijos que los quiero…
-Jacinto, tú no tienes hijos…

Es igual. Conseguí recluirla frente a la telenovela y yo, regado en llanto, seguí adelante con aquello deseando salir corriendo como ante el vendedor de percebes del semáforo. ¡Sucias patatas en mi pan!

Lúgubre, abrí el horno al cabo del tiempo reglamentario y me enfrenté con mi engendro. No solo era hermoso. Volví a llorar, de amor, nada más probarlo. Noble, aromático y ligero. Cogí el tapete de ganchillo y lo puse sobre la mesa, encendí dos velas y descorché una botella de sidra.

-¡Mamá! ¡Ven a probar esto! ¡Vas a vivir un momento histórico!
-¡Ay, hijo! Espera diez minutos a que acabe la novela. ¿No podemos hacer historia más tarde?

Definitivamente, en el próximo semáforo compraría los percebes.

Pan inglés con cerveza y patatas

Receta de barra de pan aromatizada con cerveza y suavizada con patata
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Tiempo de preparación 45 min
Tiempo de cocción 20 min
Tiempo de reposo 1 d 7 h 40 min
Tiempo total 1 d 8 h 45 min
Plato Acompañamiento, Pan
Cocina Inglesa, Panadería casera
Raciones 2 barras de 1 kg
Calorías 1063 kcal

Ingredientes
  

Para el prefermento:

Para la masa:

Elaboración paso a paso
 

  • El prefermento deberá reposar 24 horas, así que calcula. Si lo haces por la mañana, empiezas a trabajar al día siguiente por la mañana. Calienta la cerveza negra en un cazo hasta los 75 grados (¡no puede hervir!) y añade los 25 gramos de harina.
  • Remueve hasta lograr una crema densa y oscura. En un par de minutos, más o menos, estará listo. Deja enfriar hasta que se ponga a temperatura ambiente, agrega la masa madre y mezcla. Tapa y deja reposar 24 horas.
  • Mezcle el prefermento con las patatas cocidas y el agua de cocción, que también se habrá dejado enfriar previamente hasta alcanzar la temperatura ambiente, unos 20 grados. En un bol pon la sal y la harina y añádele la masa y mezcla con las manos hasta lograr una masa. Déjala reposar 10 minutos en el bol cubierta con un paño.
  • Haz un amasado francés durante 15 segundos, y deja reposar 1 minuto. Repite otras tres veces y deja reposar la masa en un bol aceitado durante 30 minutos.
  • Coge la masa, pliégala (en este vídeo puedes ver cómo hacerlo) y devuélvela al bol. Deberá reposar en total unas cuatro horas, repitiendo el plegado cada hora.
  • Divide la masa en dos y dale a cada parte forma de barra (ver vídeo). Para hacerlo trabaja sobre una superficie enharinada. Pon las barras en un paño de lino bien enharinado (o en dos bannetones alargados) y cúbrelas con él y deja que leuden entre dos y tres horas, hasta que doblen su tamaño.
  • Con el horno precalentado a 220 grados mete las barras con la bandeja o la plancha Celsiusenharinadas. Si usas pala, bastará la harina que haya puesto en la pala. Haz tres o cuatro cortes en cada barra y salpícalas con agua (o pon en el horno cuando las metas y cubito de hielo para producir vapor inmediato).
  • Mételas 20 minutos y baja después la temperatura a 190 grados, dejándolas 20 minutos, aproximadamente. El color que vayan cogiendo te dirá cuando las tienes que sacar. Déjalas enfriar sobre una rejilla y disfruta.

Notas

Si no tienes cerveza negra puedes usar cualquier otra. El único problema de esta receta es que los tiempos de espera son largos y la manipulación también. Yo le puse algo más de masa de madre, lo que permite acortarlos algo: en vez de cuatro horas plegados y reposo me bastaron tres, pero no hay mucho más margen si se quiere que el pan quede esponjoso y alveolado. En cuanto a la sal, al gusto. A mí me gusta con un puntito y en vez de 10 gramos, le pongo 12. Seguramente cuando eches las patata te dirás “dios mío, qué estoy haciendo”. No sufras y ten paciencia. El resultado es excepcional y seguro que repetirás esta receta firmada por Dan Lepard, a quien todos estaremos eternamente agradecidos.

NUTRICIÓN

Calorías: 1063kcalCarbohidratos: 220gProteina: 30gGrasa: 3gGrasa saturada: 0.4gGrasa polinsaturada: 1gGrasa monosaturada: 0.2gSodio: 1956mgPotasio: 614mgFibra: 9gAzúcar: 1gVitamina A: 2IUVitamina C: 15mgCalcio: 55mgHierro: 13mg