Bate los dos huevos en un bol, añade la leche y la levadura y remueve hasta que esta se haya disuelto. Agrega la harina, la sal y el azúcar y trabaja todo a mano hasta que crear una masa pegajosa. Deja reposar 10 minutos con el bol cubierto.
En la mesa o la encimera amasa llevando los bordes hacia el centro y presionando. Bastarán unos segundos para completar el proceso. Déjala reposar otros diez minutos. Repite este paso dos veces más con idénticos tiempos de reposo entre los amasados.
Ahora toca incorporar la mantequilla en trozos blandos y pequeños. Hazlo siguiendo el mismo proceso de amasado anterior. Si antes bastaban unos segundos para acabarlo, ahora será necesario algo más. Deja reposar diez minutos y amasa una última vez asegurándote de que la mantequilla esté completamente incorporada a la masa. Tapa bien el bol con plástico y mételo en la nevera durante una hora.
Verás que la masa ha crecido notablemente. Presiónala (no hace falta aplastarla) para quitarle el gas y vuelca sobre la mesa ligeramente enharinada. Divide la masa en tres partes iguales y trabájalas hasta conseguir tres esferas. Si has puesto mucha harina en la mesa te resultará más complicado. Mueve las bolas de masa sobre la mesa haciéndolas girar en todas direcciones sin presionarlas, así lograrás que queden esféricas y con cierta tensión.
Pon las tres bolas, una al lado de la otra, en el molde para pan de molde de El Amasadero o en un molde de pan de 600 gramos que previamente habrás untado con mantequilla. Para calcular el tamaño, piensa que si el molde que esas es muy pequeño, el brioche rebosará demasiado al subir, y si es muy grande, no llegará arriba y no obtendrás la clásica forma de champiñón, tampoco te preocupes porque estará igual de bueno. Lo ideal es que cuando metas las bolas en el molde estas lleguen a algo menos de la mitad de su altura.
Cubre el molde y déjalo reposar unos 40 minutos. Si tu cocina es muy fría, acércalo a un radiador. La masa deberá doblar su volumen, si no lo ha hecho, déjala un poco más.
Cuando esté listo, píntalo con huevo y haz un corte recto con unas tijeras en lo alto de cada bola. Mete el molde en la bandeja baja del horno, que habrás precalentado a 200 grados. En la base del horno agregarás una taza de agua en el momento de introducir el brioche. Pon el agua en una fuente baja o en algún recipiente metálico que habrás precalentado también, de modo que cuando introduzcas el líquido se empiece a producir vapor sin necesidad de esperar.
Hornea más o menos 20 minutos, hasta que esté dorado. Desmóldalo cuando lo saques del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla. Si puedes.