Esta es una pregunta a la que los amantes de hacer pan, que somos legión, no necesitamos respuesta, porque sabemos de sobra que hacer pan en casa compensa, y mucho, cueste lo que cueste. Quien se ha adentrado en los placeres del amasado y en los misterios de la fermentación no necesita más justificaciones: el pan casero es mil veces mejor que el pan del súper y punto.
Ahora bien, si los que defendemos esta filosofía descubrimos que, además, sale más barato, pues que vuelen las campanas y empiece la fiesta.
Vamos a hacer el cálculo teniendo en cuenta los consumos de luz para hacer una hogaza de un kilo, y como somos generosos, estimando un total de hora y cuarto de horno porque hay que calentar también esa imprescindible Celsius.
Empezamos con la luz. Su precio varía dependiendo de la empresa y también de la época del año, pues tiene oscilaciones. Se puede establecer que el kilovatio hora cuesta en España, de media y con IVA, unos 0,16 euros. Un horno eléctrico normal varía en sus consumos, según los modelos, entre los 0,8 y los 1,2 kilovatios hora. Hagamos una media y quedémonos con 1 kilovatio hora. Así, hora y cuarto de horneado nos saldrá a 20 céntimos. Tampoco parece un drama.

Lo del agua es más sonrojante aún. En España el metro cúbico se vende, de media, a dos euros. Es decir, que un litro son saldría a 0,002 euros, y como necesitamos para nuestro pan solo 420 gramos, pues menos todavía. Casi mejor ni lo sumamos.
Entremos en harina. Aunque nuestra harina panadera la vendemos a 1,99 euros el kilo y medio, vamos a calcularlo (sí, somos así de chulos) con la harina panadera ecológica, a 2,59 euros por 1.500 gramos. Para hacer nuestro pan de kilo usaremos 600 gramos de harina, así que vamos a invertir 1,036 euros en harina de la mejor calidad.
A 1,99 el paquete de 55 gramos de levadura, nos saldría para hacer este pan a 0,138 euros.
Pues ya lo tenemos, sumando todo nos sale el kilo de pan por la friolera de 1,37 euros.
¡Eh, que te estás olvidando de los gastos de envío!, dirán con razón. Está bien, a por ellos. Un caso habitual: un pedido con cuatro paquetes de harina saldría a 5,95 euros de gastos de envío. Es decir, que a nuestros 600 gramos de harina hay que añadirles 0,59 euros por el transporte. Así, nuestra estupenda hogaza casera de un kilo hecha a mano con mimo y los mejores ingredientes no habrá costado 1,96 euros.
Y ahora hagamos sangre: en el súper de abajo de mi barrio venden las barritas de 250 gramos, inanes, exangües, faltas de vida, con la miga gomosa (por supuesto, precocinadas y congeladas sin haber visto en su vida a un panadero) por 50 céntimos. El kilo de ese subproducto deleznable nos costaría 2 euros!
Poco más que decir: la bola entró y ganamos nosotros. El pan de calidad que compro en la panadería de referencia del barrio, un pan excelente, cuesta 2,80 euros por la misma cantidad. Lógicamente también sale más barato hacerlo en casa.
Un poco de regodeo: nuestro pan casero no solo es mejor, no solo te lo pasas bien haciéndolo, ¡es que encima es más barato! Y ahora la pregunta definitiva. Pongamos que en el súper se vuelven locos y te dejan lo suyo a mitad de precio. Es más, pongamos que te lo regalan. O más todavía, que te dan un euro por cada barra que te comas. ¿Dejarías de hacer pan en casa?
Llevo cuatro años haciendo el pan en casa y no he vuelto a comprar pan en el comercio. Somos Maria y yo, ella reposteria y yo panes y bollos. Nuestros tres hijos con sus parejas se vienen cuando pueden, ya que estan los tres fuera de donde nacieron. En ocasiones hice numeros pero me lo puedo permitir. Aupa el pan casero.
Muy interesante este artículo y las opiniones que lo acompañan. Yo enseguida fui consciente de que me sale muy a cuenta hacerme el pan. Antes de descubrir El Amasadero y sus productos, en casa (2 personas) se comía poco pan, pero escogido: 2 hogazas al mes de poco más de dos kilos (coste 16€ por barra, a casi 8€ el kilo), o sea cuatro kilos mensuales, de «barrot» francés (multicereal con semillas variadas), muy rico, de una franquicia gallega situada a 10 km. de casa, con lo que me tenía que hacer 40 km. mensuales para ir a comprar nuestro pan preferido. Treinta y dos euros de pan, más la gasolina y por una carretera muy frecuentada y, como no, con muchos accidentes, por lo que creo que hacerme yo misma el pan me sale muuuy a cuenta. Y ahora estamos comiendo muuucho más pan, sabroso y nutritivo, que antes, y también más variado, pan que alimenta como es debido. Además, desde marzo en que empecé, no he detectado ningún incremento en la factura del agua y del gas. Encima, el placer de hacérselo uno mismo y lo que se disfruta explorando nuevos tipos de pan, no tiene precio. Y mi pariento está encantado con mis artes panaeras. Por tanto, pienso que seguiré amasando y horneando siempre, pues ya forma parte de mis hábitos de alimentación, como ir al mercado o buscar nuevos productos e ingredientes interesantes. Así lo deseo y espero tener esa suerte!
Magnífico post.
No dejaría de hacer pan aunque me lo regalaran, porque la satisfacción que da está por encima de todo y encima está mil veces más rico. Si además de disfrutar del producto final, disfrutamos del proceso, no veo motivo para dejar de hacerlo en casa. Esto es un vicio.
Un saludo a todos!
Sergio Sánchez
Casi nada que añadir a todos los que comentan en este blog:
– También lo hago por aficción y por lo bien que sale, nada que ver con lo que se encuentra en el super y en muchas panaderías. Aunque hay que contar el tiempo empleado para calcular el coste, al tratarse de una afición, no sé si el coste del tiempo habría que restarlo ya que las aficiones cuestan todas dinero.
– Yo también hago pan, congelo y tomo rebanadas de desayuno y las pizzas de los viernes, escandalosas con la harina de pizzas. Mataría por tener horno de leña!!! Tengo planificada casa rural que dispone de uno para marcarme pizza al horno de leña-
– La utilidad del blog para el resto de los que comentan: ¿Es que no estáis casados? Yo estoy cansado de oír el pastizal que nos cuesta mi afición al pan en harinas y electricidad!!!! Procedo a pegar el cálculo a mi santa para que busque otro tema de discusión 😉
Desde hace 12 años que me diagnosticaron la celiaquía que hago mi pan en casa, los comprados no tienen nada que ver con uno casero (salvando las distancias de ser un pan sln gluten jaja).
Al precio que va nuestra harina sin gluten es una gran inversión saber hacer pan casero.
Antes del diagnóstico nunca había hecho pan en casa, ni me lo había planteado aunque me gustaba mucho cocinar. Teniendo buenas panaderías no pasaba por mi cabeza, si lo hubiera acabado haciendo supongo que habría sido por el placer de amasar no por el precio 🙂
De acuerdo con todo lo dicho, pero aunque no sume mucho, el consumo de agua a tener en cuenta no sería solo el de la receta, sino también el del lavado de utensilios. Para la fabricación de 1 litro de cerveza por ejemplo se utilizan un total de 6-8 litros de agua. Seguirá siendo muy favorable 😉
Seguirá siendo muy satisfactorio hacer nuestro
Seguirá siendo más saludable
Seguiremos valorando comprar cuando no podamos hacer el nuestro propio, un buen pan, la calidad de sus ingredientes y lo que supone hacerlo, frente a uno industrial.
Gracias por el artículo.
En mi temporada fundamentalista llegué a meter una losa de granito en el horno y la calentaba a más de 200º, me llegó una factura de luz de 800 euros y la losa fué al contenedor. No creo que el precio del pan sea determinante para ninguno de los que hacemos pan, eso si sin pasarse
Gran artículo.
Por la misma razón que no compro legumbres cocinadas de bote, no compro pan precocinado (salvo contadas ocasiones). Es mucho más rico, experimento con ingredientes y cantidades, el hecho de hacerlo y observar esas masas vivas. No se compararlo, pero lo hemos hecho nosotros…
A los niños ya no les preguntamos (3 y 6 años), pero cuando les exponíamos para meriendas o desayunos si de molde o el nuestro, aprendieron rápido a decir, …, ¡DEL BUENO!
Estupendo artículo, de todas formas es lamentable la cantidad de pan de mala calidad que se compra y siempre con el argumento del precio, ademas hay que tener en cuenta las enormes ventajas para la salud de un buen pan.
Estupenda entrada, pero creo que falta un dato, y es el tiempo invertido, que también es dinero…
Aún así, para mí la respuesta es que yo no hago pan en casa para ahorrar dinero, lo hago por satisfacció, al elaborarlo y comerlo. .
Y me compensa…
Tambien saber que no es más caro es buena noticia, desde luego
Aparte está el compartirlo, eso no tiene precio, je, je