En el largo repertorio de la gastronomía tradicional de carnaval tienen un lugar en mi podio las orejas, que en Galicia, más que un postre, son un vínculo sentimental con la familia y el territorio. Tienen algunas características antropológicas destacables, una de ellas es que sirven para reforzar lazos familiares (cada abuela tiene su receta y su tribu se reconoce por alabar esa receta y criticar el resto) y otra es que solo se pueden cocinar en cantidades ingentes. Si un día acudes a casa de un gallego y te ofrece, digamos, dos orejas, sospecha de sus intenciones o de sus raíces: lo normal es hacerlas por docenas, por decir una cifra moderada.
Para hacer esta entrada yo hice, ejem, cien orejas. CIEN orejas. 100 orejas. ¿Para darle de comer a un batallón? No, porque se te enciende el chip de las raíces profundas y entonces te comportas como un cyborg. Repite con voz metálica: hay que seguir, no debo parar, no puedo parar…
Son un dulce de carnaval muy sencillo de hacer, con un toque primitivo. Sí es necesario que tengas en cuenta dos aspectos: es imprescindible controlar la temperatura del aceite, porque si te pasas las estropeas y si te quedas corto, también (calor medio alto y bajo control), y es fundamental dejar la masa fina como el papel, porque si no, te queda un mazacote. Dicho eso, como toda masa frita, vale mucho la pena entregarse a ella. Cien, al final, no son tantas. Y por cierto, a los gallegos nos encantan, pero los que no lo son y las prueban acaban rendidos igual, así que adelante.
Y de postre de carnaval, unas montañas de orejas
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
- 1 bol mediano
- 1 báscula
- 1 papel absorbente
- 1 sartén grande
Ingredientes
- 500 g harina de repostería El Amasadero
- 150 g agua
- 75 g manteca cocida de vaca
- 1 huevo entero
- 15 g azúcar
- 15 g anís (el clásico de El Mono vale)
- 5 g sal
- aceite de girasol abundante para freír
Elaboración paso a paso
- Mezcla los ingredientes en un bol y amasa sobre la encimera cuando la harina haya absorbido la humedad. Verás que es una masa agradecida y fácil de trabajar. Con diez minutos de amasado, llega. Cubre el bol con un paño y deja reposar la masa una hora.
- Pon una sartén con abundante aceite al fuego y caliéntalo sin que llegue a nunca a humear. Caliente, pero no a tope. Mientras, corta pequeños trocitos de masa y, sobre la mesa enharinada, extiéndelos con un rodillo hasta dejar láminas muy finas, casi transparentes.
- Echa de una en una en la sartén. Si alguien te puede ayudar a estirar mientras fríes, tanto mejor, porque la fritura es muy breve. En medio minuto deberías poder darle la vuelta a la oreja, dejándola otro tanto por el otro lado. Han de quedar doradas, pero no demasiado oscuras.
- Sácalas de la sartén y déjalas sobre papel absorbente unos instantes para pasarlas después a una fuente y espolvorearlas con azúcar glas.
- Repite el proceso hasta completar la montaña y disfruta.
Orejas de carnaval de Santa Comba A Coruña
½kg de harina
2 huevos enteros
Utilizar vaso de yogur para medir:
1 y ½ de nata líquida
½ de azúcar
½ de anís el mono
La ralladura de un limón
Una pica de sal
Azúcar glasé
Mezclar en una taza la nata, el azúcar, el anís y la ralladura(reservar)
Formar un volcán con la harina e incorporar los huevos y la sal. Mezclar bien con las yemas de los dedos e ir incorporando poco a poco el contenido de la taza.
Ir amasando hasta que se haga la masa.
Dejar reposar en un lugar templado cubierta con un paño 1hora y ½.
Ir cortando trocitos para estirarlos con un rodillo, cuanto más finos mejor, freír en aceite bien caliente y con dos tenedores darle la forma de oreja en la propia sartén y al sacarlas para una fuente espolvorear el azúcar glasé.
Muchas gracias, Randu. Nunca había visto una receta que no tuviese manteca cocida de vaca, manteca de cerdo o mantequilla. ¿En qué se nota la diferencia?
Ante todo agradecer y felicitar por esta magnífica página.
Soy gallega y nieta de panaderos.
Desde que nací corre por mis venas harina . Son muchas las coincidencias con las recetas familiares de pan que publicas y voy a hacer una pequeña aportación. Espero os guste.
En mi familia se hacen las orejas de carnaval de una forma muy sencilla. Comparto los ingredientes y cantidades de los mismos. No necesita tiempo de fermentación lo cual facilita su elaboración en cuanto a tiempo.
1 Huevo
700gr de harina
3 medidas de leche
2 medidas de aceite de girasol
1 medida de anís
Rayaduras de limón
Sal
Las medidas equivalen a 1 medida= 52 ml de líquido
Moitas grazas, María!
Muchas gracias a ti.
Espero que sirva la aportación.
Hola yo me acuerdo que de pequeña hacían unas orejas pero eran diferentes y les decían «orejas de fraile» la receta no la se, pero era una masa blandita y mojaban un cucharon recién sacado del aceite caliente lo metían en la masa y lo volvían a meter al aceite y la masa sola se desprendía del cucharón luego las rebozaban con azúcar y listas para comer. Por aquí se han perdido, pero intentare recuperar la receta y os la diré.
Santi, sí, ¡por favor! Nos encantan este tipo de recetas.
Me recuerdan un poco a los pestiños.
Si bañas una orella en miel y sésamo, te queda un pestiño deforme 😉
Y cueces un huevo es un huevo cocido,si lo fries es un huevo frito, si lo bates una tortilla, con azucar y leche es un flan….pero no tienen nada que ver.
Un 10 en ovología para ti.
XD
Hola
En Italia tenemos una receta parecida para carnaval y cada región las llaman diferentes ( frappe, cenci, chiacchiere ecc, la diferencia es que se tiene que estirar la masa más fine posible porqué a freírlas tienen que quedar llenas de bolas( bolle como decimos nosotros) y ligeras y servida espolvoreadas de azúcar glass
Rosa, creo que las hay en toda Europa: filhós, hojuelas, oreillettes, frivolles, kukurini, krostole.
¡Las burbujas son esenciales!