
Para los que se han adentrado en el mundo de la empanadilla y para los que no, las samosas no entrañan ninguna dificultad. Tampoco hay fermentación en esta masa que obligue a planificar largos procesos. Más allá de un reposo para relajar el gluten, no hay más esperas, así que es apta para improvisaciones. El aceite que lleva la masa le da ese toque semihojaldrado propio de esta receta. Aquí te mostramos el relleno tradicional pero, honestamente, yo me entregaría gustoso a la heterodoxia, porque están muy buenas, sí, con su patata y sus guisantes, pero si tienes en casa un excedente de gambas de Huelva, de berberechos de las Rías Baixas o tus hijos exigen pollo, no te cortes y varía.
No por dejar de ser canónico en esto de la cocina te vas a convertir en hereje. Eso sí, ten en cuenta que estas preparaciones, por mantener algo el espíritu, llevan especias, así que yo no introduciría nada que las eclipse. A ver, si te da por hacer samosas de chorizo picante de Zamora, igual descubres algo inigualable, pero entonces ahórrate la cúrcuma y el cilantro y bautiza las samosas de otra manera.
El único asunto que tienes que tener en cuenta para hacer unas buenas samosas está en la finura de la masa. Abusa del rodillo para lograr unas láminas de papel, porque te quedarán mucho más delicadas y certeras que si presentas una masa gruesa.
Dale un respiro a las empanadillas y atrévete, porque solo el olor de la cocina con las especias en la sartén ya hará que valga la pena meterse en faena.

Receta de samosas, sabor de la India
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
- 1 bol
- 1 báscula
- 1 cuchillo o una rasqueta metálica
Ingredientes
Para la masa:
- 225 g harina panadera El Amasadero
- 40 g ghee (mantequilla clarificada) o aceite de girasol
- 4 g sal
- 90 g agua tibia
Para el relleno:
- media patata grande o una pequeña
- 1 zanahoria mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla mediana
- 100 g guisantes
- 2 cucharaditas curry
- 1 cucharadita cúrcuma molida El Amasadero
- 1 trozo jengibre pequeño (como un dado grande)
- ½ cucharada cilantro en grano El Amasadero
- ½ cucharadita comino molido El Amasadero
- 1 puñado cilantro fresco
- 100 ml caldo de verduras o agua
Elaboración paso a paso
- Mezcla los ingredientes para la masa en un bol y trabaja sobre la mesa cuando la harina haya absorbido el líquido. Bastará un amasado de unos diez minutos. Dispón la masa en un bol tapado y deja reposar aproximadamente una hora.
- Mientras, puedes preparar el relleno. Pica fina la cebolla, la patata y la zanahoria y deja pochar unos minutos en la sartén con un fondo de aceite de girasol.
- En otra sarten, calienta ligeramente los granos de cilantro hasta que empiecen a desprender aroma. Retira y machaca en un mortero.
- Añade a la sartén en la que estás pochando las hortalizas, todas las especias y deja al fuego, removiendo para que no se quemen, un par de minutos para que abran y ofrezcan todos sus aromas.
- Añade los guisantes y el agua o el caldo de verduras para completar la cocción, unos 15 minutos más o hasta que la patata y la zanahoria estén tiernas y el agua se haya evaporado.
- Aparta del fuego y espolvorea con el cilantro fresco picado. Ya tienes el relleno listo.
- Coge la masa y dale forma de salchicha sobre la encimera. Divídela con la espátula o el cuchillo en ocho partes iguales y haz una bolita con cada una de ellas.
- Coge la primera de las bolitas y extiéndela todo lo que puedas con el rodillo sobre la encimera o, si tienes miedo de que se te pegue, sobre una hoja de papel de horno.
- Cuando hayas completado el trabajo con el rodillo corta un círculo de unos 20 centímetros de diámetro. Yo he empleado la tapa de una lata de galletas danesas para hacer el círculo y queda bárbaro.
- Corta cada círculo en dos mitades y con cada una de ellas crea un cono. Para pegar la masa y lograr esa forma humedece los bordes que van a estar en contacto con los dedos y presiona ligeramente.
- Eso basta para que no se abran después en la sartén.
- Con una cucharita rellena los conos de masa con la mezcla que tienes reservada en la sartén. No lo cargues hasta el borde porque entonces no podrás cerrarlo. Humedece esos bordes con agua y presiona para sellar. Repite el mismo proceso con el resto de las bolitas de masa.
- Pon abundante aceite de girasol (el de oliva aporta demasiado sabor y queremos una grasa vegetal suave) en una sartén y calienta a fuego medio alto.
- Fríe las samosas por tandas, sin llenar la sartén, para que no baje la temperatura del aceite. Cuando estén doradas sácalas y déjalas reposar un par de minutos sobre papel absorbente para eliminar los excesos de aceite. Ya tienes las míticas samosas.
Uhmmmm…. Se ven deliciosas, habrá que probar a hacerlas en casa. Crees que se podrían hacer en el horno?
¡Desde luego que sí!. ¡Gracias!.