Viajamos más que nunca, disponemos de millones de vídeos y post con recetas y compramos online cualquier cosa que necesitemos para poder experimentar la enorme variedad de cocinas que nos ofrece el mundo. Pero la búsqueda constante de la novedad parece cegarnos y abandonamos muchas tradiciones únicas para matar, precisamente, lo que hace del mundo un lugar interesante. Leí en algún lado que para ser creativo tienes que conocer tus raíces porque si no lo haces, la innovación no es tal, sino una copia burda condenada a ahogarse en un mar de ideas idénticas.
En breve llegará la Pascua y en las comarcas gallegas de O Salnés y Caldas, unos pocos padrinos regalarán todavía a sus ahijados un bolo de ovos, un pan que se hornea con huevos crudos enteros. Era costumbre que ellos regalaran el bolo y las madrinas, la rosca. Me cuenta Mar, la amiga por la que conocí está tradición, que ambos se hacían en tal cantidad que, durante la Pascua, el pan de su panadero olía a anís, que es el aromatizante que se usa en Galicia para el roscón, no el agua de azahar.
Solo hemos conseguido una receta de forma directa, que usa mitad harina de trigo, mitad de maíz. Hay quien dice que se le añade manteca cocida de vaca (mantequilla clarificada) y solo se hace con harina panadera; mi amiga Mar, que ni una cosa, ni la otra: el bolo solo lleva harina de trigo. Aquí, como en tantas recetas tradicionales, cada familia tiene su receta.
Lo que sí está claro es que es un pan de corteza muy blanca y de formato grande. El nuestro, por ser el primero, era mucho más pequeño (usaba 4 huevos, no 24) y nos ha quedado demasiado dorado. Hornea a baja temperatura para que quede más blanco.
Una tradición gallega de Pascua: el bolo de ovos
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
Ingredientes
- 1 Kg harina panadera El Amasadero
- 650 g agua
- 100 g manteca de vaca (o mantequilla clarificada)
- 20 g sal
- 6 g levadura seca de panadería
- 12 huevos enteros
Elaboración paso a paso
- Disolvemos la levadura en un poco de agua (la quitamos del total) y dejamos reposar 20 minutos.
- Mezclamos todo, excepto los huevos, y amasamos bien. El gluten debe quedar bien formado.
- Tapamos y dejamos reposar hasta que doble el volumen.
- Una vez doblado el volumen, pasamos la masa a la encimera y desinflamos suavemente con las manos.
- Cogemos un trozo de masa de tamaño un poco mayor de una pelota de tenis y reservamos.
- Damos forma de hogaza a la masa.
- Hacemos una tira con el trozo pequeño de masa.
- Humedecemos con agua los bordes de la masa y colocamos la tira alrededor.
- Ponemos los huevos enteros (¡con cáscara!) sobre la masa y presionamos ligeramente.
- Tapamos y dejamos leudar un par de horas (ajusta el tiempo a la temperatura de tu cocina, como de costumbre).
- Metemos la masa en el horno a 170º durante 55 minutos.
Eu teño familia por Caldas e tamen sempre recibín O bolo pola Pascua… ¡¡agora vou a intentar facelo eu na miña casa!! estas cousas non se teñen que perder, son a nosa historia!
Concordo totalmente contigo, Sara. Na miña familia nunca se fixo, pero coñecín esta tradición por un par de amizades con familia en Cambados e Vilagarcía.
Es una grata sorpresa ver reflejada aqui esta elaboracion
A mi, mi madrina me hacia hasta no hace mucho uno con 25 huevos… Ella aun reside en Cangrallo, en la Parroquia de Porrans en San Antoniño de Barro. Y le agradezco un monton aquel regalo que me hacia cada Pascua, era un orgullo recibir su regalo.
Veo que en vuestra elaboracion, no le poneis unas cintas de pan, por encima de los huevos, a modo de decoracion y al mismo tiempo de sujeccion que lo hace mas vistoso.
Mi madrina tambien le ponia una especie de bolitas encima de cada cruce de cintas que coincidia encia de cada huevo.
Tambien habia una especie de «competicin entre madirnas» a ver cual le quedaba mas bonito y mantenia las cintas y las bolitas de masa mas centradas y regulares.
Yo a dia de hoy se lo sigo haciendo a mis hijas, pero no lo hago tan grande, los hago individuales y quedan muy bonitos.
Mi foto de instagram es una instantanea de este tipo de elaboracion
Moitas grazas pola túa aportación e por manter a tradición, Lucho. Persoalmente, creo que perder estas receitas para substituilas por outras máis rechamantes fai que o mundo sexa moito menos interesante.