Lenguas las hay de todos tipos: malas, largas, con piercings, sensibles, o incluso viperinas. Pero las únicas a las que ls damos la atención que se merecen son las lenguas de gato, que nada tienen que ver con las mascotas.
Surfeando por Internet, además de toparnos con miles de memes de felinos, también hemos descubierto que este manjar conocido en España como lenguas de gato cambia más de nombre que una influencer de zapatos.
Sin ir más lejos, en Inglaterra a estas galletas se les conoce como Lady Fingers, en Ecuador como biscoletas y en Venezuela como plantillas. Sin dudarlo ni un segundo, mejor llamarlas lenguas de gato. Suena más cómico.
Aunque para cómico el mensaje de un tuitero que se hizo viral hace unos meses y rezaba así: “Me hace gracia la gente que tiene un hijo que dice que no le da tiempo para nada. No, mira, perdona, yo tengo dos y, si te organizas, todos los días sacas cinco minutitos para meterte a llorar al baño”.
Así que la próxima vez que tengas un mal día, dedícate mucho más que 5 minutos en el baño porque… ¡lo necesitas o te lo has ganado! Y como en El Amasadero creemos que con una buena masa todo malestar se pasa… Te proponemos encender el horno y preparar unas lenguas de gato porque no hay mejor forma de lamerse las heridas que endulzando el paladar.
En poco más de media hora tendrás frente a ti unas galletas crujientes y sabrosas que, además, se hacen con ingredientes básicos en cualquier despensa: harina, huevos, mantequilla y azúcar. Rápido y sencillo, como nos gustaría que fuera el día a día muchas veces. ;P
Lenguas de gato para olvidar un mal rato
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
Ingredientes
- 125 g harina de repostería El Amasadero
- 125 g azúcar de caña Panela ecológico
- 110 g mantequilla sin sal ablandada
- 4 claras de huevo
- 1 pizca extracto de vainilla o canela
Elaboración paso a paso
- Precalentar el horno 10 minutos con calor arriba y abajo a 180º.
- Batir con varillas la mantequilla ablandada con el azúcar de caña hasta que quede una masa integrada.
- Incorporar las claras una a una sin dejar de batir.
- Incorporar la harina tamizada en dos o tres veces y batir hasta obtener una masa homogénea.
- Añadir unas gotas de esencia de vainilla o un pellizco de canela (opcional).
- Forrar la bandeja del horno con papel de hornear y volcar la masa en una manga pastelera. En la bandeja, hacer tiras de entre 4 y 7 centímetros de largo, dejando un espacio generoso entre tiras para que queden lo suficientemente separadas y no se toquen al hornearse.
- Dejar hornear entre 10 y 15 minutos a 180º, en función de tu horno y de si te gustan más o menos doradas.
- Al sacar del horno, dejar enfriar sobre una rejilla.