¿Con cebolla o sin cebolla? La pregunta, que por estas latitudes nos lleva irremisiblemente a escoger bando en cuestión de tortillas, sirve en otras partes del mundo para dividir a la población entre quienes eligen bagels en su desayuno de fin de semana y quienes optan por los bialys.
Hablamos, en ambos casos, de panecillos redondos que tienen su origen en la gastronomía judía de Europa central y que viven hoy una segunda o tercera juventud en las amplias avenidas de Manhattan. Allí llegaron hace 150 años y allí consolidaron su fama desigual: los bagels, como la quintaesencia del brunch allende los mares; mientras, los bialys se mantienen como una de esas rarezas que, al igual que sus hermanos, definen el carácter neoyorkino, tan marcado por el complejo de superioridad de megalópolis como por la nostalgia de su memoria migrante.
Pero vayamos a las diferencias, puesto que los parecidos son muchos. La cebolla, decíamos, es uno de los rasgos distintivos del bialy, en forma de schmear, una especie de compota de cebolla caramelizada que sirve de relleno para la zona central del bollo. Además, al contrario del bagel, la masa de este no necesita hervirse antes de entrar al horno. El resultado es un panecillo más esponjoso, más blanco y más plano, que en lugar de agujero en medio tiene un valle, donde va la cebolla, con o sin semillas de amapola. Pero, como el bagel, también se puede abrir y rellenar, recién hecho o previo paso por la plancha, untado con mantequilla o queso crema, con salmón, pastrami o con cualquier encurtido que nos haga sentirnos una más en el Lower East Side.
Bialys
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
- 1 báscula
- 1 sartén
- 1 cuchillo
- 1 tabla de cortar
- 1 bandeja de horno
- 1 amasadora Ankarsrum opcional, pero recomendable
Ingredientes
Para la masa
- 450 g harina panadera ecológica El Amasadero
- 250 g agua
- 5 g levadura seca de panadería
- 9 g sal
- 1 cucharada semolina ecológica El Amasadero
Para el relleno
- 2 cebollas
- 30 ml aceite de oliva suave
- 15 g semillas de amapola ecológicas
- 1 cucharada de pan rallado
- 1 pizca de sal
Elaboración paso a paso
- Pon todos los ingredientes, menos la sal y 50 ml de agua, en la cubeta de la amasadora y trabaja la masa unos 2 minutos, hasta que estén integrados. Déjala reposar 20 minutos a modo de autolisis.
- A continuación, añade la sal con el agua reservada, y trabaja de nuevo la masa a velocidad media unos 8 minutos, hasta que se separe de las paredes del bol.
- Cuando termine el amasado, pasa la masa a un bol previamente aceitado y tápala con un paño. Déjala fermentar en un lugar cálido, a unos 22-23ºC durante 1 hora, hasta que duplique su tamaño.
- Pasado el tiempo de fermentación, desgasifica la masa, vuélcala en la superficie de trabajo y dividirla en porciones de unos 60 g cada una.
- Bolea cada porción de masa, dándole un poco de tensión y déjalas reposar de nuevo 10 minutos, tapadas, para que se relaje la masa.
- Mientras, forra una bandeja de horno con papel y espolvorea con un poco de semolina.
- A continuación, colócala las bolas de masa en la bandeja de horno, y con las manos aplástalas un poco.
- Cúbrelas con un paño y déjalas fermentar de nuevo 1 hora en un lugar cálido, a 22-23ºC.
- Mientras la masa fermenta, prepara el relleno de cebolla. Para ello pela y pica 2 cebollas en trozos pequeños. Calienta 30 ml de aceite de oliva en una sartén, añade la cebolla picada y póchala a fuego medio durante unos 20 minutos, hasta que esté transparente.
- Apártala del fuego y añádele 2 cucharadas de semillas de amapola, 1 cucharada de pan rallado y 1 pizca de sal. Mézclalo bien para que se integre y resérvalo para que atempere un poco hasta el momento de utilizarlo.
- Enciende el horno a 220ºC para que se vaya calentando mientras terminamos de preparar los bialys, que ya tendremos fermentados.
- Presiona con los dedos cada bola de masa para hacer un hueco.
- Coloca una cucharada del relleno de cebolla y semillas de amapola. Repite el mismo proceso con todos los byalis.
- Mete la bandeja en el horno con calor arriba y abajo y hornea durante unos 15 minutos.
- Cuando estén dorados, retíralos para una rejilla enfriadora.
No conocía estos panecillos y me ha parecido una receta muy interesante. ¡Muchas gracias por compartir! Por cierto, a mi me encanta la cebolla 🙂
¡A ti por comentar, Lucía!
¿El amasado se hace con gancho o con rodillo?
¿El relleno admite otras variedades?
Gracias
Usa el rodillo, José Antonio.
Puedes rellenarlo con lo que quieras, aunque el clásico está muy bueno.
Hola.Se os olvidó poner la temperatura del horno
Gracias
Julián, está en el punto 11, cuando lo precalientas: son 220º.