El leudado del pan o fermentación no es más que una etapa de maduración (como la vida misma). La levadura, ya sea química o natural ha hecho su trabajo y la masa se hincha gracias a los gases que se han producido.

El primer leudado o fermentación primaria es el momento en el que se producen las primeras reacciones y es cuando mejor se van a desarrollar los sabores del pan.

El segundo leudado (fermentación final o leudado final) empieza en el momento en el que dividimos la masa y moldeamos los panes finales. Una vez que les hemos dado forma los dejamos reposar hasta que la masa crece el tamaño deseado antes de meterla en el horno (en la mayoría de los casos supondrá un 80% 0 90% del tamaño final que tendrá el pan).

Dejar que el segundo leudado o la segunda fase de fermentación se produzca en un banetón tiene muchas ventajas: facilitan la fermentación, la humedad no se condensa, conservamos la forma final del pan, etc.

Por último queremos animaros a utilizar levadura natural, la fermentación es más lenta, pero el pan final ganará en sabor, conservación y es más beneficioso para tu salud.

Dejamos que la masa crezca hasta el tamaño deseado y... ¡a comer!
Dejamos que la masa crezca hasta el tamaño deseado y… ¡a comer!
Amasadora Ankarsrum

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