Llevo mucho tiempo con ganas de mostrar los molinos en los que compramos las harinas.
Hace algunos días algunas semanas (casi meses) «charlaba» con Cova y me decía que se imaginaba el típico molino de pueblo, pero que por un momento dudó y pensó que podía tratarse perfectamente de la típica nave industrial. En este caso conviven las dos corrientes. Y por fin tengo el tiempo de sentarme a mostraros algo más de nuestros molinos.
A ver, nosotros trabajamos con dos molinos (en realidad tres, ahora me explico). Están situados en Coín, me decía uno de los molineros, que no hace mucho en el pueblo se contaban 31 molinos, actualmente solo quedan dos. Los dos siguen estando dentro del pueblo, no se han movido a ningún polígono y aunque las máquinas son continuamente renovadas y más modernas con el fin de aumentar la producción, ambos molinos siguen teniendo mucho de artesanal.
Uno de ellos se divide en dos, por un lado la parte más nueva, donde se muelen las harinas más demandadas: harina de fuerza, panadera, especial panadera recia, harina integral, harina integral de fuerza, etc. Por otro lado la misma familia mantiene un molino de piedra dos calles más arriba. En el de piedra se muelen las harinas de maíz, centeno blanca, integral de centeno, garbanzos, etc. El de piedra solo funciona un día a la semana, los lunes.
José Antonio Méndez es el propietario de la fábrica de harinas «La Fuensanta» (el molino de piedra es parte de esta misma fábrica).
Varios solares más arriba se encuentra la fábrica de harinas «Bermúdez», también se conoce como «Harinera San José», también de tradición familiar y a día de hoy regentada por tres hermanos. Es con Carlos con el que más hablo y del que también estoy aprendiendo muchísimo. De la harinera San José es de donde compramos nuestras harinas ecológicas; harina blanca de espelta, harina integral de espelta, integral de trigo, soja, harina blanca de centeno e integral de centeno.
Decir que fue el primer molino en toda la provincia de Málaga en conseguir la certificación ecológica para sus harinas. Conservar esta certificación fue y está siendo fruto de mucho esfuerzo y trabajo extra por parte de esta familia.
Como podéis ver no estamos trabajando todas las harinas que nos ofrecen estas fábricas, pero poco a poco vamos conociendo más acerca de todas ellas y con el tiempo iremos probándolas casi todas. Por supuesto si alguien desea probar alguna de las que ellos hacen y no están en la web, sólo tenéis que decirlo, haremos todo lo posible por conseguirla.
Y bueno, poco más, un placer compartir esto con vosotros y agradecer a los dos molinos su esfuerzo diario por mantener la calidad de sus harinas y el estupendo trato que hemos recibo por su parte desde el principio. ¡Gracias!
Hola soy de argentina Villa Mercedes San Luis quiciera contactarme con ustedes como puedo hacerlo
Yo he trabajado en cinco fábricas de harinas y me encanta encontrar estas páginas y ver como se rehabilitan algunas que son preciosas.
¡Gracias Pedro!, la verdad es que sé por los molineros que se hace muy difícil competir con las grandes harineras de este país, pero es un lujo tenerlas cerca y que se preocupen por mantenerlas funcionando a todo trapo. Un saludo.
Y yo q pensaba q ya todo era industrial! No pensé q quedasen molinos de este tipo.
Yo tb me apuntaría encantada a una visita 🙂
Marisa, ¡cuenta con ello!, será un placer hacer de guía. Y sí, la verdad es que como digo en la entrada, mantener los negocios con los extras del molino de piedra por un lado y la certificación ecológica por otro, requiere mucho esfuerzo adicional. Ojalá duren muchos años, eso será señal de que nosotros, los consumidores, queremos algo de calidad y estamos dispuestos a pagar por ello.
¡Un saludo y muchas gracias Marisa!, 🙂
Una información que se agradece y da gusto ver que gracias al esfuerzo de algunas personas, aún podemos disfrutar de lo natural y auténtico.
Ya me gustaría hacer una visita a esos molinos 🙂
Gracias y un saludo
Hola María, muchas gracias por tu comentario, la verdad es que tienes toda la razón, los dueños de ambos molinos tienen trabajo extra. Por una parte las harinas ecológicas de San José, y por otra el molino de piedra de La Fuensanta. Los dos podían prescindir de esa línea de producción, pero las quieren mantener por cariño y porque ponen mucha pasión en lo que hacen…
Por cierto, si alguna vez nos visitas te hago de guía turístico en los molinos, ¡prometido! 😉
Gracias otra vez y saludos.
Me encanta y ya sabes que has dado respuesta a esas dudas y a esa curiosidad que tenía
Con este tipo de entradas vemos de donde vienen realmente las cosas que usamos y ha merecido la pena
Mil Gracias… Un abrazo
Gran entrada, me viene a la memoria el Molino de los Corchos, lastima que no lo conservemos en funcionamiento…
Pues sí Pedro, es una lástima, este tipo de cosas van cogiendo valor con el paso de los años y si no somos capaces de conservarlo y adelantarnos a eso pues metemos la pata, como en el caso de nuestro querido Molino de los Corchos, recuerda que por lo menos sirve para que los recién casados vayan a fotografiarse allí, 🙁 … en fin…
Muchas gracias por tu comentario Cova, esta entrada está hecha casi para ti, ya que mientras la planteaba intercambiábamos mails hablando del tema en cuestión, con eso me di cuenta de que era necesario escribir sobre esto y bueno, lo prometido es deuda. Un saludo y gracias de nuevo.