¿En casa sois más de regalar en Reyes o en Navidad? Pues tenemos dos malas noticias y una buena. Las malas son que, sea cual sea la fecha elegida, un año más hay un toro llamando a la puerta.
Otra vez diciembre nos ha pasado por encima y, horror, faltan menos de dos semanas para Nochebuena y menos de cuatro para la noche de Reyes. ¿Cómo es posible, con la de alarmas que nos hemos puesto en el móvil, la de ideas copiadas de Instagram, la de paseos que teníamos previsto darnos por ese escaparate al que tenemos echado el ojo? Pues sí, otra vez tarde.
Vamos con la buena. En El Amasadero ya os vamos conociendo. Sabemos que entre quienes nos seguís hay quien cumple ese perfil y lee ahora con ansiedad a ver si al final de este párrafo está la salvación a su falta de previsión y quien tiene ya todo perfectamente organizado, pensado, comprado, etiquetado y empaquetado.
Si te encuentras en esta segunda categoría… ¡Enhorabuena! Lo que venimos a presentarte es una completa lista de regalos que, si fuésemos tú, nos autodedicaríamos… A 12 de diciembre y ya con todo listo para la avalancha… Mereces darte un capricho, uno de esos que, necesario, necesario tal vez no sea, pero… ¿y la ilusión que te haría? O, aunque sea, en previsión de esa llamada –sabes a quién nos referimos– en la mañana del 24, esa que pide un consejo sobre tu propio regalo…
Como estás leyendo esto, entendemos además que lo de las masas te tira, y que llevas ya algunos meses echando números con los dedos para ver cómo encajar una de nuestras amasadoras Ankarsrum, para la que tienes hasta el color ya elegido… Con ella, la pizza casera sería verter y mezclar y, si lo piensas, vamos teniendo una edad para hacer nuestra propias pizzas en la terraza o en el horno…
Y si estás pensando en empezar el año tomando las riendas de tu alimentación y ponerte a elaborar tu propio pan artesano para el día a día, la cámara para masa madre, pequeña y manejable, o la cámara de fermentación para tus masas, pueden ser un buen impulso.
O, ya que nos ponemos, un molino para tener harina siempre fresca… (tranquilidad, este no necesita un río para la molienda, solo un enchufe).
El rincón del vago
Vale. Que no estás para autorregalos cuando tienes aún toda la lista en blanco. Si, como parece, perteneces all primer grupo al que hacíamos mención… ¡Enhorabuena también! Tenemos la respuesta –o, al menos, una respuesta– a tus plegarias, anhelos y ansiedades. No es que creamos que a tooooodo el mundo le guste amasar, hornear o desmoldar, pero casi seguro que a mucha gente le gustaría probar, por lo menos una vez, si se lo ponemos fácil.
¿Qué tal, entonces, si te lanzas con un kit Celsius de pizza y arreglas de un plumazo el regalo de una casa entera, y de paso la conviertes en un horno napolitano?
Un poco más modesto, pero igual de gratificante –para quien lo recibe y, con suerte, también para quien lo regala y cata el resultado– es el kit de pan casero o el de roscón de Reyes, con su receta infalible. Lo bueno de todos ellos es que son óptimos para usar, y disfrutar, en familia, y que no requieren de gran pericia previa. Abrir, experimentar, pasar una tarde entretenida, desayunar rico. Todo ventajas.
Si la persona en cuestión ya tiene algo de maña en esto de los panes, a lo mejor lo que necesita es instrumental un poco menos cuqui y un poco más especializado, como una tela de lino natural para fermentar sus barras, uno de estos estropajos especiales para masa (solo quien ha tenido que enfrentarse a la limpieza con uno de los convencionales para fregar restos del amasado sabe lo útil que pueden ser) o alguno de nuestros banetones: buenos, bonitos, útiles y baratos.
Bola extra: amiguis invisibles
Solucionadas las urgencias más urgentes, si todavía tienes tiempo de planificar esa tradición de tu pandilla, que veinte años después sigue cumpliendo lo del amigo, o la amiga, invisible cada Navidad, también tenemos alguna sugerencia: detalles que, por menos de 12 euros –envío aparte– causarán sorpresa y, con suerte, serán útiles para quien los reciba.
¿Que un spray desmoldante no es lo más sexy que se te ocurre? Eso solo lo dices porque no tienes costumbre de hacer magdalenas, pero en repostería es lo más (y con él te aseguras de no coincidir con nadie en la elección). Y otro tanto de lo mismo ocurre con la rejilla de enfriar, tan añorada y no siempre poseída una vez se enciende el horno y se mete un bizcocho o una tanda de galletas. Y, qué decir de nuestra cuchilla panadera? Si quien lo recibe sabe lo que es una greña, apreciará la elección y, si no, siempre puede darle buen uso si la cena familiar se pone demasiado tensa.