Un San Juan tropical


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Un San Juan tropical

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Hawai, Bombai son dos paraísos… que quedan demasiado lejos como para imaginarnos pasando en alguna de sus playas la próxima noche de San Juan

Si, como cantaban las Vainica Doble, no concibes mayor emoción que fantasear con vivir en Hawai, tenemos algo que contarte. Aunque tal vez no sea lo que tienes en mente cuando sueñas con kilométricas playas tropicales, resulta que aquí al lado, en Andalucía, tenemos lo que algún letrista ochentero tuvo a bien definir como un paraíso para montarse en su piso. 

Existen razones de peso que han dado al litoral granadino el nombre de Costa Tropical. Un microclima más propio del Amazonas que de la vieja Europa ha promovido en esta comarca el cultivo de frutas exóticas en este continente, desde guayabas y chirimoyas a aguacates, papayas y mangos. 

Esas mismas condiciones climáticas fueron las que llevaron en siglos pasados al cultivo de caña de azúcar en esta tierra, que fue pionera en la elaboración de ron pálido, versión autóctona de la bebida caribeña de la que todavía quedan huellas en Motril. 

Pero no solo de fruta y bebercio vive el hombre, y resulta que en esta región mediterránea cuentan también con una rica gastronomía autóctona, propia de sus coordenadas geográficas, de influencia marinera y andalusí. De ella destacan, por su singularidad, el pulpo y los boquerones secos, herencia de la necesidad de conservar el excedente de la pesca que todavía se mantiene en platos como la espichá, una fritura que toma el nombre del método para secar los pescados ensartados y que se elabora cocinando el boquerón con ajos acompañado de huevos fritos. 

De origen marinero son también los fideos aparte o caldero, una suerte de fideuá a la andaluza, que se cuece con pescado de roca –hoy también quisquillas, pulpo u otras variedades marinas– y pasta y que en sus versiones humildes componía el menú de las jornadas de pesca. 

Con fritura de pescado –sardina, pescada o boquerón– se preparan también las migas del sur, una receta granadina que tiene en la sémola de trigo duro su base y que en la Costa Tropical va acompañada más a menudo de aceitunas que de uvas.

El anís o matalahúga está presente en buena parte de la repostería tradicional andaluza y es también pieza clave de la de la costa de Granada. Está presente en los roscos duros de Motril y Salobreña y en dos preparaciones que ganan su fama en estas fechas: la cazuela de San Juan motrileña, una especie de pudding especiado hecho de calabaza cocida, frutos secos, azúcar, huevo y restos de pan duro, y el bollo de San Juan que se come en la noche más corta del año en Almuñécar y la Herradura, y del que hoy os traemos la receta.

En esta semana de inicio del verano, las panaderías del municipio sexitano producen por cientos estos bollos de aceite y huevo, aromatizados con matalahúga, y que se cuecen con huevos enteros y con cáscara, coronados con una  cruz de masa antes de ir al horno. 
En nuestra versión, usaremos harina de fuerza ecológica, con potencia suficiente para levantar esta masa enriquecida, pero no excesiva, para facilitar que el pan nos quede esponjoso y agradable al mordisco, perfecto para acompañarnos en el camino de vuelta a casa después de una corta y a la vez larguísima noche tropical.

Bollos de San Juan

Hawai, Bombai son dos paraísos… que quedan demasiado lejos como para imaginarnos pasando en alguna de sus playas la próxima noche de San Juan
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Plato Acompañamiento
Cocina Andaluza

¿QUÉ VAS A NECESITAR?

Ingredientes
  

Elaboración paso a paso
 

  • Coloca el bol de la Ankarsrum y acopla el rodillo. Vierte en el bol los 100 ml de aceite, los 175 ml de agua templada (no caliente) y agrega los 3 g de levadura seca directamente en el líquido. Enciende la amasadora a velocidad suave para que se active la levadura.
  • Mezcla en un bol aparte la harina de fuerza con la sal y la matalahúva ligeramente molida. Con la amasadora en marcha a baja velocidad, ve añadiendo la mezcla de harina poco a poco.
  • Aumenta ligeramente la velocidad y amasa durante unos 8 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y homogénea
    Amasa hasta obtener una pasta homogénea
  • Vuelca la masa sobre la superficie de trabajo y unifícala con las manos.
  • Forma una bola suave y colócala en un recipiente ligeramente engrasado. Cúbrela con un paño húmedo o un gorro de ducha.
    Coloca la masa en un bol aceitado
  • Deja fermentar durante unos 50 minutos, hasta que doble su volumen.
    Deja fermentar hasta que doble su volumen
  • Pasado el tiempo de fermentación, y cuando la masa haya doblado su volumen, forma los bollos.
  • Divide la masa en 2 porciones iguales. De cada porción, aparta dos trozos, que reservarás para hacer las tiras decorativas. Lava cuidadosamente los huevos que vas a usar para decorar y reservarlos.
    Divide la masa en dos trozos grandes y cauatro pequeños
  • Toma una porción de masa y estirala ligeramente con las manos.
    Estira uno de los trozos grandes
  • Pliega el borde superior hacia el centro, como si cerraras un sobre, y luego pliega nuevamente hacia ti, sellando la unión mientras aplicas un poco de tensión con los dedos.
    PLiegua uno de los bordes hacia dentro
  • Gira la masa sobre la mesa para afinar ligeramente los extremos y darle una forma ovalada, tipo panecillo. Colócala sobre una bandeja forrada con papel de horno. Repite el proceso con las otra masa..
    Dale forma de panecillo
  • Coloca el huevo decorativo:Haz un hueco en el centro de cada bollo con los dedos y coloca el huevo crudo (con cáscara) en ese hueco.
  • Decora con las tiras:coge los trozos de masa que habías reservado y haz con cada uno dos tiras finas.
    Coloca las tiras de masa encima del huevo
  • Colócalas en forma de cruz sobre el huevo para sujetarlo ligeramente durante el horneado.
    Cruza otra tira de masa para mantener el huevo en su sitio durante la cocción
  • Coloca los bollos sobre papel de horno y deja fermentar 1 hora en un lugar cálido que doblen su volumen. ( puedes meterlos dentro del horno apagado para evitar corrientes de aire( Si alguna tira se suelta, vuelve a colocarla con cuidado.
    Deja fermentar en un lugar cálido
  • Pincela los bollos con huevo batido.
    Pinta con huevo batido
  • Hornéalos en horno precalentado a 210 °C durante 40 minutos, hasta que estén bien dorados.
  • Retirarlos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.
    Deja enfriar sobre una rejilla

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