Es verano y los días son largos y calurosos. Es el momento de sacar las neveras portátiles, sombrilla, mantel y dejarse acompañar por los insectos revoloteando a nuestro alrededor (porque si no hay abejas, no es un buen picnic) para disfrutar comiendo al aire libre.

Y para los picnics panarras, si haces una compra superior a 45€, te regalamos una bolsa de El Amasadero (índicanos, a la hora de hacer el pedido, si prefieres el modelo “No amasases” o el “Yo panarra”)

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Lo que llevemos al campo o a la playa debe ser fácil de transportar y de servir, no perder calidad en el camino y ser…bueno, de picnic (una vez se me ocurrió llevar una centolla cocida con una botella bien fresca de Ribeiro a la playa y, nada más abrir aquella hermosura de dos kilos y medio, cientos y cientos de moscas minúsculas se unieron a nosotros). Esta cualidad es, además de práctica, estética, y su preparación y contemplación debe servir para ponerte en ambiente. Por ejemplo, aunque me encanta la empanada y reconozco que cumple con los “requisitos funcionales”, como la tomo en ferias, reuniones de amigos, recepciones o de aperitivo en las comidas de domingo, no me despierta ninguna imagen campestre como lo hace una fiambrera con tortilla de patatas y filetes empanados (su olor, nada más destaparla, me transporta automáticamente a cuando era niño y nos llevaban de excursión en el colegio).

Como aficionados al pan, las hogazas rellenas deberían tocarnos la fibra sensible. Se parece a un bocadillo, pero lo supera. Son fáciles de preparar, se comparten y cortar un buen pan casero para descubrir capas de verduras a la brasa, quesos, embutidos y sus jugos empapando la miga para hacerla más sabrosa es un placer del que se debería apropiar la estación más luminosa y sosegada. Te animo a probarlo. A continuación, unos consejos sencillos.

Rellenos horneados o frescos

Podemos incorporar el relleno a la masa para que se cocine al mismo tiempo que el pan, como hace Rosa Ardá en Velocidad Cuchara con su pan de jamón, queso y aceitunas. Esta parece ser la opción más popular por estos lares. Sin embargo, en el mundo anglosajón —que son los que saben más de picnics— son más partidarios de vaciar una hogaza y rellenarla. Es muy sencillo y solo tendrás que tener unas pocas cosas en cuenta:

Las verduras y carnes a la parrilla son excelentes rellenos.

  • Deja que el relleno absorba el aliño (si puedes, usa los jugos de la cocción) durante un par de horas.
  • Cuando vacíes la miga, deja una capa de unos 3 centimetros para que los jugos se queden en el interior.
  • Envuelve en film transparente y deja reposar en la nevera durante toda la noche. La corteza se volverá elástica… esto tiene poca solución (¿alguna idea? No dudes en contarnos tu truco).

Ahora, te toca echarle imaginación o lo que tengas a mano en la nevera (y si tienes brasas a mano, lleva unas sardinas arengades, unos tomates, ajo, cebolla y aceite y hazte una clotxa de las Terres de l’Ebre).

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