Atención, pregunta. ¿Qué tiene en común Newton con un mono, además de su procedencia evolutiva? ¿Y este con el pan de ajo? Y, sobre todo, ¿qué tendrá que ver nada de lo anterior con El Amasadero? La cuestión, que puede parecer un tanto rocambolesca, se despeja tan pronto como vemos salir del horno la rosca que hoy os presentamos: el monkeybread, o pan de mono en su versión castellana, es un bollo –en este caso, salado y aderezado con queso y ajo– que se elabora pegando bolitas de masa unas junto a otras, y cuyo aspecto recuerda a aquel experimento infantil de los museos de ciencias en el que una ristra de bolas metálicas suspendidas se chocaban unas contra otras, transmitiéndose el movimiento: el péndulo de Newton.
Si os preguntáis de qué manera conserva nuestro pan la energía cinética, aquí nos inclinamos por pensar que la respuesta puede estar en las caminatas que tendremos que pegarnos para hacer la digestión, aunque no sabemos si esto está científicamente demostrado.
Tampoco tenemos pruebas fehacientes del origen del nombre de este bollo de bollos, que procede de la tradición culinaria estadounidense y que inicialmente se consumía en versión dulce. De lo que sí tenemos muestra empírica es del resultado, monísimo y aromatiquísimo, de esta receta, cuya estructura la hace óptima para compartirse y comerse a pellizcos, con la mano, como primates.
No vamos a engañaros. El proceso de elaboración no es tan ágil como el bicho que le da nombre a este bollo con sabor a ajo, a cheddar y a parmesano y que integra en la masa puré de patata, mantequilla y huevo, además de harina: se requiere un día para iniciar el fermento, uno más para integrar los ingredientes y elaborar la masa, y un tercero para formar las bolas y hornear el conjunto. Pero sí podemos asegurar que quien se anime a prepararlo disfrutará cual animalillo ajeno a cualquier principio de la termodinámica.
Monkey bread de ajo y queso
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
- Amasadora (opcional)
- bol mediano
- paño, gorro de ducha o film transparente
- 3 boles pequeños para el prefermento, la mantequilla de ajo y los quesos
- pincel
- sartén
Ingredientes
Para el fermento:
- 100 g harina de fuerza ecológica El Amasadero
- 1 cucharadita de levadura seca de panadero
- 40 g miel
- 100 g agua
Para la masa:
- 450 g harina de fuerza ecológica El Amasadero
- 60 g parmesano rallado
- 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 pizca levadura seca de panadería
- 10 g sal
- 85 g mantequilla a punto de pomada
- 160 g puré de patata
- 100 ml agua tibia
- 2 huevos
- Mantequilla para pincelar el molde
Para la cobertura:
- 115 g mantequilla sin sal
- 5 dientes de ajo picados
- 120 g parmesano rallado
- 120 g queso cheddar blanco rallado
- 1½ cdta de pimienta negra molida gruesa
Elaboración paso a paso
- El día antes, prepara el fermento. En un bol, pon la harina, el agua, la miel y la levadura. Mezcla y trabaja los ingredientes durante unos minutos hasta que estén bien integrados y tengan la consistencia de una masa espesa. Cubre el bol y deja que fermente hasta el día siguiente a temperatura ambiente.
- Al día siguiente, en un bol, o en la amasadora en caso de usarla echa la harina, el parmesano, el ajo en polvo, la levadura y la sal. Agrega el resto de ingredientes menos la mantequilla y mezcla todo hasta integrar.
- Luego, agrega la mantequilla poco a poco. Amasada durante 10 minutos.
- Saca la masa del bol y pásala a la superficie de trabajo. Bolea para unificarla y colócala en un recipiente ligeramente engrasado.
- Cúbrelo con film transparente y deja a temperatura ambiente durante una media hora para que se activen las levaduras, y luego guárdala en la nevera hasta el día siguiente.
- Al día siguiente, la masa habrá duplicado su volumen. Retira la masa de la nevera y deja que atempere una media hora antes de formar el pan.
- Una vez haya pasado el tiempo de fermentación, desgasifícala y vuélcala sobre la mesa de trabajo.
- Divide la masa en 28 porciones iguales y forma bolas dándole tensión a la superficie para que queden bien compactas.
- Coloca las bolas de masa sobre la superficie de trabajo y cúbrelas con un paño. Déjalas reposar durante 15 minutos mientras preparas la cobertura.
- En una sartén, funde la mantequilla a fuego medio. Pela y pica el ajo, luego añádelo a la mantequilla derretida. Cocina el ajo durante 1 minuto, hasta que desprenda aroma, luego aparta la sartén del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco.
- En otro bol, mezcla el parmesano, el queso cheddar y la pimienta molida. Reserva esta mezcla para rebozar las bolas de masa más tarde.
- Cuando todo esté listo, comienza a rebozar las bolas de masa para montar el monkey bread. Coge una bola de masa y sumérgela en la mantequilla de ajo fundida.
- Luego, rebózala en la mezcla de queso, asegurándose de que quede bien cubierta por todas partes.
- Repite este proceso con el resto de las bolas de masa, colocándolas en los moldes previamente engrasado. Acomódalas de manera uniforme, sin presionarlas entre sí.
- Cuando todas las bolas estén rebozadas y colocadas en el molde, pincela con el resto de la mantequilla de ajo y espolvorea el queso sobrante por encima.
- Cubre el molde con un gorro de ducha o film transparente y deja que la masa fermente en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, hasta que haya aumentado de volumen.
- Hacia la mitad del tiempo de leudado, precalienta el horno a 180°C. Una vez la masa haya fermentado, hornea el monkey bread durante unos 35 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.
- Retira el pan del horno y deja que se enfríe sobre una rejilla durante 10-15 minutos antes de servirlo.
Soy gallega de nacimiento y de corazón, y empezé a filtrear con la cocina al lado de mi abuela, amasando pan en la artesa. La artesa sigue allí, y mi pasión por las masas y los fogones ha ido creciendo. Hoy me dedico de manera profesional a la creación de contenido digital para marcas y medios Me gusta recuperar tradiciones, despertar recuerdos y emociones a través de mis recetas y mis fotos. Defiendo el consumo de cercanía, la calidad y la autenticidad del producto local.
Ni periodismo ni cocinismo: igual…bahh. La que escribe es Alba Barbadillo, redactora a la fuga y placera conversa en A Coruña. Desde, A Parva, la cantina del mercado de San Agustín, improvisa recetas veganas, perpetra bocatas improbables y escribe sobre comida, comunicación y lo que le pidan allá donde puede. Antes tenía un blog llamado Paso del Raxo y antes aún trabajó en El Ideal Gallego y a Nós Diario.
Sobresaliente, como siempre, la receta.
Y más, si cabe, el genial y divertido comentario que la acompaña.
Os felicito
Muchísimas gracias, María del Pilar. Aviso a las autoras para que te lean 🙂