Que si negocios en competencia encarnizada, que si estadios desgañitándose en cada “strike”, que si mi salchicha es más “hot” que la tuya… Casi todo en la historia de los perritos calientes resulta ser una machorrada del tamaño de este bocadillo de carne embutida. Casi todo… menos el pan. Y de eso venimos a hablaros.
Porque si queréis saber cómo fue el periplo del producto cárnico que contiene, desde su Alemania natal a su Norteamérica de adopción y adoración, o el porqué del nombre de cánido que asumió hace ya un siglo, o de su vinculación con el béisbol… ¡chico!, para algo está Google.
Aquí queremos fijarnos más en la proeza tecnológica que supuso envolver una salchicha en un bollito de su mismo tamaño para facilitar que el bocado de carne “al rojo vivo” sirviese para comer en la playa (o en la grada, sí). Sin quemarnos ni mancharnos.
Leche, mantequilla y azúcar enriquecen la masa de un bollo que, según nuestras fuentes expertas, queda muchísimo mejor si se prepara al estilo de Massachusetts que de Nueva York (una vez más, “consultar mapa”, no es difícil). Una vez horneado y pasado convenientemente por la plancha, este pan esponjoso y de corteza finita te servirá, tanto para un hot dog espectacular como para una hamburguesa alargada o para montar la base para un “bollicao” casero. Y ya si después lo rellenáis de chocolate, de salchicha de calidad o de carne de perro… allá cada cuál.
Receta de pan de perrito
¿QUÉ VAS A NECESITAR?
- amasadora Ankarsrum opcional, pero recomendable
- bol
Ingredientes
- 270 g harina de fuerza El Amasadero
- 3 g levadura seca de panadería
- 180 g leche fría
- 20 g azúcar
- 7 g sal
- 35 g mantequilla a temperatura ambiente
Elaboración paso a paso
- En el bol de la amasadora pon todos los ingredientes de la masa excepto la mantequilla. Es decir, la harina, la levadura, la leche, el azúcar y la sal. La leche indicamos que sea fría porque al ser el amasado tan largo, la masa tiende a calentarse.
- Comienza a amasar a velocidad media hasta que el gluten de la masa comience a desarrollarse. En nuestro caso tardó unos 5 minutos. En este punto, si coges un trozo de masa con la mano (engrasada con un poco de mantequilla para que no se te pegue) la notarás tenaz, y si intentas estirarla con dos manos notarás que es elástica pero no desgarra con facilidad.
- Este punto es el momento de comenzar a agregar la mantequilla en trozos, mientras la amasadora sigue amasando.
- Cuando esté integrada completamente sube la velocidad de la amasadora ligeramente y continúa amasando hasta que la masa se vaya despegando de las paredes del bol y se mantenga unida en una bola. En nuestro caso tardó unos 15 minutos más. Ten paciencia en este paso, porque tarda bastante en estar lista, y es clave el desarrollo correcto del gluten para que el pan quede esponjoso.
- En este punto para la amasadora y vierte la masa sobre la encimera engrasada con un poco de mantequilla. Termina de amasarla a mano para comprobar que tiene la suficiente tenacidad y se mantiene unida en un bloque y lisa.
- Separa una porción de masa y haz la prueba de la membrana, como se muestra en la foto. Esta prueba consiste en coger un trozo de masa con las manos (previamente engrasadas con mantequilla) y estirarla muy poco a poco, hasta que vayas teniendo una delgada membrana de masa. Si la masa se desgarra con facilidad, le falta un poco más de amasado. Estará en su punto perfecto cuando consigas una membrana muy fina a través de la cual casi puedas ver como si fuera transparente.
- Engrasa el bol donde harás la fermentación en bloque y coloca la masa dentro. Tápalo con un plástico, un paño o con un gorro de ducha.
- Pon el recipiente con la masa a fermentar en una zona cálida de la casa (nosotros la pusimos a unos 25ºC) hasta que duplique su volumen. A esta temperatura debería duplicar en unas 2 a 3 horas. A mayor temperatura menos tardará en duplicar, y viceversa.
- Una vez finalizada la fermentación en bloque, saca la masa del bol y colócala sobre la encimera ligeramente enharinada.
- Divide la masa en 6 porciones iguales de aproximadamente 85 g cada una.
- Forma una bola con cada porción de masa, cúbrelas con un plástico o un paño y déjalas reposar 5 minutos.
- Pasado este reposo llegó la hora de formar los panecillos, para ello pon un poco de harina en la mesa de trabajo, coloca una de las bolas y aplástala hacia adelante para hacer una especie de disco alargado.
- Ahora enrolla la masa comenzando desde el extremo más alejado de ti, como se ve en las fotos.
- Una vez enrollada, usa ambas manos para estirar el cilindro de masa hasta que tenga un largo de unos 15 cm.
- Repite el proceso con las 6 porciones y colócalas sobre una bandeja con papel de horno, separando cada bollito unos 2 cm entre ellos.
- Tapa la bandeja con un plástico o un paño y ponlos de nuevo a fermentar en una zona cálida hasta que dupliquen su volumen. En nuestro caso tardaron unas 2:30 – 3:00 horas a 25ºC.
- Para saber el punto idóneo para hornearlo, ponte un poco de harina en el dedo y presiona ligeramente la masa, si vuelve rápidamente a su estado inicial, le falta todavía un poco de fermentación. Si tu dedo deja una ligera hendidura, es el momento de meter al horno.
- Pon el horno a calentar a 160 ºC con ventilador. Si tu horno no tiene ventilador ponlo a calentar a 180 ºC, calor arriba y abajo.
- Mientras se calienta el horno pinta los panecillos con huevo batido.
- Cuando el horno esté caliente mete la bandeja y cuece los panecillos hasta que estén dorados. En nuestro caso la cocción tardó unos 20 a 25 minutos.
- Una vez dorados saca la bandeja, ponla sobre una rejilla y tápalos con un paño de cocina limpio. Esto lo hacemos para que se acumule vapor mientras se enfrían y queden absolutamente esponjosos. Déjalos tapados hasta que se enfríen del todo.
- Este pan, al ser de levadura y con una fermentación relativamente corta no dura mucho, pero si quieres usarlo al día siguiente nosotros te recomendamos meterlos en una bolsa hermética. Al día siguiente espolvoréalos con un poco de agua, envuélvelos en papel de cocina y mételos en el microondas 1 minuto. Quedarán casi como recién hechos.
Ni periodismo ni cocinismo: igual…bahh. La que escribe es Alba Barbadillo, redactora a la fuga y placera conversa en A Coruña. Desde, A Parva, la cantina del mercado de San Agustín, improvisa recetas veganas, perpetra bocatas improbables y escribe sobre comida, comunicación y lo que le pidan allá donde puede. Antes tenía un blog llamado Paso del Raxo y antes aún trabajó en El Ideal Gallego y a Nós Diario.
muchas gracias por la receta. Me pongo a hacerla para disfrute de mis nietos- Saludos
Muchas gracias. Un éxito la merienda cena alemana con salchichas y birra de la tierra.
¡A tope!
Muchas gracias por la receta. Dices que no aguantan mucho tiempo Porque tienen una fermentación corta; si queremos hacer fermentación más larga para que estén esponjosos durante más días, como tendríamos que hacerlo y que ingredientes deberíamos de modificar?
Gracias
Te recomiendo que los congeles. Podrías hacerlos también con masa madre o prefermento y una fermentación más pausada (30 % del peso de la harina).
Gracias por compartir la receta.
Hola, tengo la amasadora Ankarsrum, en que velocidad lo ammasaste , en media o a las,2, 3?
A 3, Alicia.
Una vez formados los panecillos ,y antes de introducirlos en el horno,se pueden meter en el congelador y sacarlos 7 días después ?
No creo que funcione, Juan José. Mejor congelarlos después de horneados.
Tengo muchas ganas de probar la receta. Muchas gracias por publicarla. Este fin de semana me pongo con ella. Ya os avisaré qué tal. Si cabe la posibilidad de enviar fotos también os las enviaré.
Impresionante receta. Gracias por compartir. Pero una pregunta, ¿utilizas el gancho o el rodillo para amasar?
A nosotros nos gusta más el rodillo, Sue.
Gracias.