En esta receta es muy importante coordinar bien los tiempos del proceso, que son muy breves. Una vez que tienes los discos estirados, van aproximadamente un minuto a la sartén (30 segundos por cada lado), después al fuego (o a la vitrocerámica) cuatro o cinco segundos, y finalmente los apilas ya hechos pincelando con ghee la cara superior de cada chapati, lo que además de darles sabor, evitará que se peguen unos a otros. El ritmo es rápido, asumible por una sola persona, pero si no eres mañoso, no está de más que te echen una mano.
Si tienes ghee, adelante, si no lo tienes, clarifica un poco de mantequilla en un cazo: caliéntala al fuego y retira la espuma, el líquido y las impurezas que flotan en la superficie con una cuchara. Listo. (Si quieres un nivel pro, pásala también por una manga de tela para colarla)
Amasa los ingredientes, forma una bola y déjala reposar media hora en un bol cubierto.
Divide la masa en pequeños fragmentos, algo más pequeños que una nuez. Forma bolitas con cada trozo y deja reposar sobre la encimera, cubiertos con un paño, otros diez minutos.
Enharina bien la superficie de trabajo y estira cada bolita hasta conseguir discos de unos 12-15 centímetros de diámetro. Para evitar que se peguen al rodillo, salpica también con harina la superficie de la masa.
Pon una sartén antiadherente a fuego alto. Al lado, y en paralelo, sitúa la rejilla sobre otro fuego de la vitrocerámica, que encenderás también con la temperatura al máximo. Si tienes cocina de gas, usa el mismo sistema. Si tienes inducción, necesitarás algún difusor de acero que puedas calentar al máximo, poniendo también la rejilla sobre él.
Coge el primer disco y llévalo a la sartén. Cuando empiece a coger color (unos 30-40 segundos), dale la vuelta (otros 30 segundos). Es importante que no se queme por ningún sitio, porque entonces no se hinchará.
Con unas pinzas, lleva el chapati directamente desde la sartén hasta la rejilla con el fuego al máximo. Verás como en cuatro o cinco segundos se hincha como un globo. Dale la vuelta otros tres o cuatro segundos.
Saca el chapati del fuego y mételo en un recipiente con tapa para que no se enfríe (una olla sirve). Pincela la superficie con ghee. Repite el proceso y vete apilando los chapatis. A por ellos.
Notas
No te preocupes si no se hinchan todos. Unos te quedarán mejor que otros y algunos subirán solo por un lado o crearán dos burbujas. También están bueno, no te alarmes.