Panecillos integrales para hamburguesas de Mónica Vernet
Los panecillos integrales para hamburguesas son una opción más saludable y nutritiva para disfrutar de una hamburguesa casera. Estos panecillos se elaboran con harina integral, que conserva el salvado y el germen del grano, brindando mayor contenido de fibra y nutrientes y poco de harina de fuerza para conseguir una textura más esponjosa. Son ideales para acompañar tus hamburguesas favoritas, agregando un toque de sabor y nutrición extra a tu comida.
semillas de sésamo ecológico El Amasadero(para decorar los panecillos)
lechepara pincelar los panecillos
Elaboración paso a paso
Primero de todo calentaremos el agua en el microondas unos 20-30 segundos (Dependiendo de la potencia del microondas). Una vez el agua este templada disolvemos la levadura seca en el agua templada y reservamos.
En el bol añadimos las harinas, la cucharadita de sal y el aceite y seguidamente añadimos el agua con la levadura diluida y mezclamos.
Si usamos amasadora, amasamos unos 5. Si lo hacemos a mano, amasamos durante 10 minuntos. La masa debe quedar elástica y lisa.
A continuación, pincelamos un bol con un poco de aceite de oliva y dejamos la masa reposar tapada hasta que duplique su volumen (entre 1 y 2 horas, aproximadamente).
Cuando la masa haya duplicado su volumen divide la masa en bolitas de unos 80 gramos.
Cubre la bandeja de horno con papel de hornear y coloca las bolitas. Asegúrate que hay suficiente distancia entre ellas (lo más probable es que debas hornearlas en dos tantas). Una vez colocadas tápalas con un trapo y déjalas reposar 1 hora.
Es hora de precalentar el horno a 250 grados arriba y abajo, también puedes añadir una bandeja en la parte inferior del horno (para crear vapor y que los panecillos se hinchen mas).
Una vez reposadas, pincela los panecillos con leche y añade semillas de sésamo por encima. Añade los panecillos y baja a 200 grados. Añade una taza de agua a la bandeja que tenías calentándose en la parte inferior del horno.
Hornea durante 20 minutos o hasta que veas que están un poco dorados.
Deja enfriar en una rejilla y ¡listos para disfrutar! Puedes congelar el resto y sacarlos cuando los necesites.