Esta especialidad se elabora con masa de pan cubierta con una mezcla de za'atar (una combinación de hierbas, especias y semillas) y aceite de oliva. Se hornea hasta obtener una base crujiente y aromática. Es un bocado tradicionalmente servido en el desayuno o como aperitivo.
Mezcla los ingredientes en un bol hasta que la harina haya absorbido los líquidos. El agua tibia (en lugar de fría) facilitará la activación de la levadura.
Pasa la masa a tu mesa y amasa durante cinco minutos. Verás que es una masa muy agradecida, nada pegajosa y con una textura suave. Déjala reposar 10 minutos y amasa otros cinco.
Guárdala en un bol aceitado y cubierto, y déjala fermentar durante una hora y media o dos, dependiendo de la temperatura de tu cocina.
Más o menos hasta que doble su volumen.
En paralelo, prepara la mezcla, en un cuenco, del za’atar con el aceite y reserva.
Pasa la masa de nuevo a la mesa y córtala en seis partes iguales (puedes hacer discos más pequeños y aumentar su número, eso va a gusto del consumidor. Si hace seis, te cabrán sin problema dos en cada hornada).
Dale a cada trozo de masa forma de bola y déjalas sobre la misma mesa, cubiertas con un paño, durante media hora más, para facilitar que la masa se relaje.
Precalienta el horno a 230 grados (si tienes la Celsius, como mínimo durante media hora). Dependiendo de la maña que te des, estira ahora las bolitas de masa, a mano o con el rodillo, hasta conseguir discos finos, de dos o tres milímetros de grosor (si son más finos te quedarán crujientes y también sabrosos, pero pierdes esa breve miga propia de estos panes).
El siguiente paso también es cuestión de maña. Si te resulta fácil llevar a mano las piezas hasta el horno, procede sobre la mesa, si no, hazlo sobre una pala bien enharinada. Presiona con los dedos por la superficie del pan, salvo por los bordes (los bordes algo más elevados evitarán que se te escape el aceite).
Con una cuchara dispón una cantidad generosa de za’atar con aceite en el centro del pan. Distribúyela con los dedos por toda la superficie de la torta. Y al horno.
El tiempo de horneado va en función del gusto: si prefieres un pan más suave, blando y con algo más de miga, 6 ó 7 minutos serán suficientes. Si te gusta más encontrar alguna parte crujiente, déjalo 10 ó 12 minutos.
Y ya está. Calientes estás deliciosos, fríos también. Combinan bárbaro con encurtidos artesanales, cebolletas picadas, humus, quesos frescos…
Notas
Si te gusta el pan crujiente, puedes tostarlas más. Al gusto.