Primero prepara los brotes de Kamut. Se tarda alrededor de 2 – 3 días: echa 100 g de granos en un vaso grande y rellena con agua.
Tapa con una muselina que fijarás con una goma y deja reposar durante 12 horas en algún sitio oscuro.
Después de 12 horas quita el agua y enjuaga dos veces con agua limpia con la ayuda de un colador.
Vuelve a colocar los brotes en el vaso e intenta expandirlos por todas las paredes para que no estén muy pegados unos con otros.
Vuelve a tapar con la muselina y deja reposar 12 horas.
Después de 12 horas enjuaga otra vez dos veces con agua limpia y vuelve a colocar los brotes en el vaso y cubre con la muselina.
Repite el paso 6 cada 12 horas hasta que veas que empieza a salir los brotes del grano. Es la hora de preparar el pan.
2 horas antes de ir a dormir, mezcla con una cuchara en un bol mediano la harina panadera, el agua y la levadura hasta que no haya ningún trozo de harina seca.
Cubre el bol con un gorro de ducha o mételo en una bolsa de plástico y deja reposar 30 minutos.
Después de 30 minutos, añade la sal y mezcla bien con la mano un poco enhumedecida.
Amasa con el amasado francés durante 1 minuto. No hace falta más ya que iremos haciendo plegados mientras añadimos los brotes.
Coloca la masa en el bol y cúbrelo con un gorro de ducha o mételo en la bolsa de plástico durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, espolvorea la masa con aproximadamente un tercio de los brotes.
Ahora, con las manos un poco húmedas, agarra la masa en la posición de las 12 horas, levanta un poco hacía arriba y pliégala hacia la posición de 6 horas.
Gira el bol 90 grados y vuelve a repetir el pliegue anterior.
Repite el paso 15 otras dos veces.
Cubre la masa en el bol con el gorro de ducha y deja reposar 30 minutos.
Vuelve a repetir los pasos 13, 14, 15, 16 otras dos veces – para incorporar así todos los brotes de Kamut en la masa.
Después de los últimos plegados, con manos un poco húmedas, dale la vuelta a la masa para dejar los pliegues abajo y forma una bola.
Cubre el bol con el gorro de ducha, deja a temperatura ambiente y vete a dormir tranquilamente.
Cuando te despiertas, saca la masa del bol con la ayuda de una rasqueta de panadero encima de una encimera un poco enhumedecida con agua.
Con manos húmedas estírala un poco con cuidado para no quitarle gas.
Pliega los bordes de la masa hacía el centro, alrededor de toda la masa, para ir así formando una bola.
Dale la vuelta a la masa para dejar los pliegues abajo.
Con la ayuda de rasqueta de panadero desliza la masa un poco por la encimera para crear tensión en la superficie de la masa.
Espolvorea la superficie de la masa con un poco de harina.
Espolvorea el banetón con un poco de harina de arroz o fécula de maíz.
Ahora coloca la masa en el banetón con los pliegues hacía arriba.
Cubre el banetón con un gorro de ducha o mételo en una bolsa de plástico y deja fermentar.
Después de 30 minutos enciende el horno a 220ºC -250ºC con la bandeja o la plancha Celsius en el nivel 2 desde abajo.
Déjalo precalentar durante 45 minutos.
Pasado ese tiempo verás que la masa ya ocupa todo el banetón y es tiempo de hornearla.
Vuelca el pan encima de un papel de hornear.
Haz rápidamente un greñado en forma de cruz con una cuchilla.
Coloca el pan rápidamente encima de la bandeja del horno o encima de la plancha Celsius.
Echa dos cubitos de hielo en la base del horno o en la propia plancha Celsius.
Baja la temperatura a 220ºC (si has precalentado el horno a temperatura más fuerte) y hornea durante 20 minutos.
Después de 20 minutos baja la temperatura a 200ºC y hornea otros 20-25 minutos.
Saca el pan y colócalo encima de una rejilla para dejarlo enfriar.