Cuece las patatas enteras con su piel hasta que queden blandas.
Déjalas enfriar y luego quita la piel.
Mientras, lava las frambuesas y ciruelas y corta las ciruelas en octavos.
En un bol añade la harina, el huevo, la sal y las patatas ralladas y amasa hasta conseguir una masa homogénea y pegajosa.
Deja la masa reposar unos 10 min.
En una encimera bien espolvoreada de harina (la masa es muy pegajosa), vuelca la masa y échale más harina por encima para que puedas trabajar con ella.
Sepárala en tres partes con una rasqueta de panadero o un cuchillo.
Estira cada trozo con ayuda de tus manos espolvoreadas de harina hasta obtener tiras de unos 40 – 45 cm.
Corta cada tira de masa en trozos aproximadamente de 3 cm de anchura.
Aplásta cada trozo y mete una frambuesa o un octavo de ciruela en el medio.
Junta los bordes de la masa alrededor de la pieza de fruta y crea una bola removiéndola entre tus manos o entre la encimera y tu mano.
Deja las bolas reposar en un sitio espolvoreado de harina para que no se te peguen.
Calienta el agua en una cacerola hasta hervir.
Echa las bolas dentro y déjalas cocer. Al principio se quedarán abajo, luego subirán hasta arriba. Una vez floten, hay que dejarlas cocer unos 3 – 4 min.
Retira los dumplings con una espumadera y escurre bien.
Prepara los streusels – simplemente mezcla todos los ingredientes en algún bol.
Mete las bolas en un plato, vierte una o dos cucharadas de ghee derretido por encima y espolvorea bien con el streusel. Sabe mejor con una capa generosa para añadir dulzor, ya que la masa no tiene nada de azúcar.