Echamos la harina integral en un bol. La harina blanca la añadimos con la ayuda de un tamizador.
La mantequilla la cortamos en cubitos y añadimos al bol.
Echamos en el bol el azúcar, extracto de vainilla, una pizca de sal, un huevo y una yema. La clara del segundo huevo la guardamos para más tarde.
Con la ayuda de un amasador manual o varillas eléctricas o una amasadora profesional mezclamos juntos todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea.
Con las manos creamos una bola compacta de masa y la volvemos a meter en el bol. Cubrimos el bol con un plato o con una tapa de plástico y lo metemos en la nevera durante un par de horas. Los sabores se juntarán mejor y la mantequilla se enfriará para poder trabajar mejor con la masa en los siguientes pasos.
Encendemos el horno a 180ºC.
Separamos la masa en dos partes – una de aproximadamente dos tercios y otra de un tercio. La parte de un tercio la volvemos a meter en la nevera y de momento trabajamos con la parte más grande (la de dos tercios).
Encima de un tapete de silicona espolvoreado con harina aplastamos la masa con la ayuda de un rodillo. Entre la masa y el rodillo podemos colocar papel de horno y así nos será más fácil aplastar la masa. Hacemos un círculo algo más grande que el molde para hornear ya que la masa tiene que cubrir también los bordes.
Engrasamos el molde con un poco de mantequilla y con la ayuda del rodillo movemos la masa al molde.
Apretamos la masa en los bordes para conseguir la forma ondulada del molde.
Mezclamos la mermelada de fresas con la de arándanos y echamos la mezcla por encima de la masa en el molde.
Sacamos la otra parte de la masa de la nevera y la aplastamos encima del tapete de silicona con la ayuda del rodillo y papel de horno.
Con un cuchillo o cuchillo rotatorio cortamos la masa aplastada en tiras.
Con cuidado vamos colocando las tiras encima de la masa con mermelada formando un cruce. Primero colocamos en un sentido y luego en otro.
Cuando tengamos las tiras colocadas apretamos con cuidado los bordes hacia abajo para formar una superficie homogénea.
Con la clara que nos ha sobrado del paso 3 pintamos las tiras de masa y los bordes.
Metemos en el horno y horneamos durante unos 30-35 min.
Antes de cortar y comer dejamos enfriar por completo.