En un bol primero mezcla con una cuchara todos los ingredientes secos para la masa: harina, azúcar, levadura y sal.
Añade el resto de los ingredientes para la masa y amasa hasta conseguir una masa homogénea y elástica que se despegue del bol.
Cubre el bol con la masa y déjala reposar aproximadamente una hora y media, hasta que la masa aumente de volumen.
Mientras tanto prepara el relleno que va a ir por dentro: Simplemente mezcla todos los ingredientes (queso, yema, azúcar, piel de limón y harina) en un bol. La consistencia debería ser algo más espesa. Si la tuya es muy líquida puedes añadir una cucharada más de harina.
Prepara también el streusel: En un bol mezcla con los dedos la mantequilla con la harina y el azúcar glas. La consistencia debería recordarte a las migas de pan.
Estira la masa con la ayuda de un rodillo en un tapete de silicona espolvoreado con harina, hasta que tenga un grosor de 0,5 cm.
Corta círculos de la masa con la ayuda de un vaso.
En cada círculo echa aproximadamente una cucharada del relleno de queso.
Junta los bordes del círculo para dejar el relleno por dentro de la masa y forma una bola.
Coloca las bolas en una bandeja de horno con papel de hornear. Colócalas bien separadas, en una bandeja aproximadamente 9 bolas.
Ahora aplasta cada bola con un vaso. Antes de hacerlo, echa el vaso en un bol con harina para que no se te pegue a la masa.
Conseguimos que la bola de masa se convierta en un círculo con un agujero circular en el centro.
Rellena los agujeros formados en el paso anterior con la mermelada de ciruelas rojas.
Pinta los bordes con el huevo batido con la ayuda de un pincel.
Deja las tortas reposar otra media hora antes de hornearlas. Mientras precalienta el horno a 180ºC.
Justo antes de meter las tortas en el horno, espolvoréalas con el streusel.
Hornea durante aproximadamente 20 min.