Calienta la leche suavemente un cazo hasta que alcance los 40ºC.
Nada más alcance esa temperatura, echa la leche en un bol y añade el yogur.
Mezcla suavemente con unas varillas hasta que la mezcla sea homogénea.
A continuación, echa la mezcla en los recipientes de cristal donde harás el yogurt.
Colócalos en la fermentadora, destapados.
Pon la fermentadora a 37 ºC y déjalos fermentar 8 horas.
Cuando estén cuajados, apaga la fermentadora, tápalos y guárdalos en la nevera un mínimo de 4 horas, para que adquieran un poco más de consistencia.
Una vez pasado el tiempo de refrigeración y tengan consistencia de yogurt ya los tienes listos para consumir. Conforme van pasando los días, lo normal es que aparezca algo suero en la superficie de los yogures, pero estos estarán perfectamente.