La noche antes de hacer la masa, pon las pasas en un bol, cúbrelas con agua y tápalo con un film o un paño. Déjalas hidratar toda la noche.
Al día siguiente retira el agua de las pasas con un colador y resérvalas.
Para hacer la masa, agrega al bol de la amasadora todos los ingredientes excepto la mantequilla y las pasas.
Comienza a amasar a velocidad media hasta que quede una masa firme y suave. Puedes ir parando cada varios minutos y tirar de la masa. Estará lista cuando esté un poco tenaz.
En este punto agrega la mantequilla en trocitos, un poco ablandada, y sigue amasando durante 5 minutos.
Una vez esté la mantequilla bien integrada agregamos las pasas y mezclamos solo unos segundos. Terminamos de amasar a mano.
Pon la masa en un bol grande engrasado con mantequilla o aceite. Cubre con un film o un paño.
Deja fermentar hasta que doble su volumen a temperatura ambiente durante unas 2 horas y media.
Cuando haya doblado su volumen, vuelca sobre la encimera ligeramente enharinada y desgasifica ligeramente apretando con las manos.
Divide la masa en 16 porciones de unos 70 gramos.
Haz bolas con cada porción de masa.
Coloca en una bandeja de horno.
Cubre con un paño y deja que crezcan hasta que hayan casi doblado su volumen durante, aproximadamente, 2 horas.
Pinta las bolas con huevo batido.
Prepara la pasta para la cruz mezclando bien la harina, azúcar glas y agua. Mete la mezcla en una manga pastelera y decora los bollos dibujando una cruz, como se ve en las fotos.
Mete la bandeja al horno precalentado a 180 ºC sin aire, calor arriba y abajo. Cuécelos durante unos 15-20 minutos hasta que estén bien doraditos.
Mientras se están cociendo, mezcla en un bol pequeño mermelada de albaricoque o melocotón con un poco de agua caliente.
Al sacarlos del horno pinta los bollos con la mezcla de mermelada y deja que se enfríen antes de consumir, si puedes.