Asa una calabaza pequeña y pon a escurrir la pulpa sobre un colador cuando todavía está caliente.
Tamiza la harina, la levadura química y la mezcla de especias sobre un bol. Añade la sal y mezcla brevemente.
En otro bol, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener un pasta.
Añade la yema de huevo a esta pasta de azúcar y mantequilla y bate hasta incorporar.
Ahora echa la calabaza asada y mezcla.
Añade un tercio de esta pasta al bol de los ingredientes secos y mezcla brevemente.
Echa la mitad de la sour cream,crème fraîche o yogur natural escurrido y mezcla también brevemente.
Repite el paso 6 (un tercio de la mezcla de calabaza), luego el paso 7 (creme fraiche) y por último, el paso 6 de nuevo (el último tercio de la mezcla de cabalaza).
La masa no debería quedar pegajosa, pero esto dependerá principalmente de la cantidad de agua de la calabaza. Si es así, añade poco a poco más harina.
Deja reposar la masa una hora en la nevera.
Tras el reposo, enharina ligeramente la encimera y extiende la masa con un rodillo hasta que tenga el grosor de un bolígrafo Bic, más o menos.
Corta la masa en aros usando dos cortadores de distinto diámetro o con un vaso de agua y uno de chupito. Coloca las rosquillas en un papel de horno muy ligeramente enharinado.
Pon a calentar el aceite a fuego medio-alto y fríe la masa en tandas durante 3 minutos por cada lado y pon a escurrir sobre una rejilla.
Una vez listos puedes espolvorear con azúcar glas o preparar una cobertura haciendo una pasta con el azúcar y el agua para bañar los dónuts.
Prepara el acompañamiento con un buen sofá, manta, libro o película y una bebida caliente. Disfruta del otoño.