Estas deliciosas galletas combinan la textura suave de la harina de avena con el crujiente de las nueces, creando un equilibrio perfecto de sabores y nutrientes.
60gmantequillaa temperatura ambiente. Suelo usar mantequilla con sal. Si preferís no abusar de la sal, usa sin sal y le echas una pizca para potenciar el dulzor.
30gazúcar morenoSí, habéis leído bien. Tengo que decir en mi defensa que no me gustan nada las cosas dulzonas, y suelo quitarle de media un 30-40% del azúcar a las recetas de repostería en general, con lo cual para el resto de los mortales se puede ajustar a unos 50-60 gramos.
1huevo enterocampero L o XL. Si no, recomiendo un huevo mediano y un poquito más. Para poner un ejemplo, en mis tres hornadas añado cuatro huevos medianos.
30gnueces ecológicaso al gusto. Esto es opcional, pero diría que si prescindís de ellas, no sabéis lo que os perdéis.
pepitas de chocolate al gusto (unos 50, o algo más). Como uso de chocolate con leche, eso ya le da bastante dulzor. Aseguraos que son de chocolate de buena calidad, que ya que nos venimos arriba con unas cookies molonas, tenemos que darle cierto empaque :)
Elaboración paso a paso
Machaca las nueces en un mortero, pero no te pases con el machaque, solo lo justo para que se noten en las cookies ya hechas. Reserva en un bol pequeño.
Echa los ingredientes líquidos en el bol grande (o en el bol del robot amasador), es decir, la mantequilla y el huevo.
Justo después introduce el resto de ingredientes sólidos, junto con las nueces y las pepitas. Suelo poner la levadura en último lugar.
Mezcla con las manos en el bol o con el robot amasador a velocidad baja-media hasta que se quede una masa esponjosa y firme. La verdad es que es un gustazo hacer galletas con esta masa porque no se desmiga ni está pegajosa. Si ves en la masa que está falta de puntitos marrones, anímate a echar un poco más. Tus cookies, y tu familia te lo agradecerán.
Enciende el horno a 200°C aproximadamente con calor arriba y abajo y ve formando a mano las cookies en una bandeja con papel de horno por encima.
Una vez que llegue el horno a 200°C, baja a 190°C e introduce la bandeja con las cookies. Deja en el horno unos 20 minutos. Recomiendo que no os paséis de los 20 porque las pepitas se pueden socarrar.
Deja enfriar las cookies en una rejilla y échate un cantecito mientras te tomas las cookies con un cafelillo o un vaso de leche para saborearlas en todo su esplendor.
Notas
El chocolate en repostería es el equivalente al vino en la cocina. Un vino regulero le puede bajar muchos enteros a una carne fabulosa que habías comprado con toda tu ilusión a tu carnicero de confianza. Con el chocolate pasa lo mismo. Compra unas pepitas de chocolate de buena calidad y las cookies pasarán de buenas a «pero qué rico está esto, ¿no?» en cero coma.Respecto al tema del mortero para las nueces: es interesante que queden los trozos pequeños pero bien visibles, para darle un punto crujiente a la cookie. Con las manos lo he hecho también pero toma mucho más tiempo y los trozos quedan demasiado grandes para mi gusto. El mortero para eso es lo mejor (mucho mejor que un rallador).Si te entra el sentimiento de culpa por echar mantequilla… Pues piensa que ésta es una buena inversión calórica. Me explico: puestos a pecar, pues mejor pecar con fundamento, jajajajaja.Respecto al robot amasador: hasta estas pasadas Navidades no tuve la gran suerte de recibir por parte de papá Noel y los Reyes un robot amasador (los joint ventures para eso están). Tengo que decir que para esta masa el uso del robot es una gozada, pero bueno, fui tirando durante años de trabajo manual, y ni tan mal oyes.Estas cookies pueden aceptar variantes en los parámetros de frutos secos que siempre son interesantes: unas almendras o unas avellanas tostadas podrían ir bien, pero tengo debilidad por las nueces. ¿Será el Omega-3?Si tienes el «mono-gocho» que te está dando el peñazo al grito de «dame más chocolateeeee, vengaaaaaa, vaaaaa», prueba a echarle un par de cucharadas de cacao puro en polvo a la masa, o mejor, hacer una hornada 50/50 (50% de la hornada con la masa tal cual, 50% con cacao). El cacao sin embargo tiene como contrapartida que el gusto de mantequilla estará un poco más apagado, pero oye, una cosa por otra 🙂Si lo integral no te apasiona, pues ponle todo harina de repostería, aunque con la harina de centeno le da un punto rústico muy chulo, y la cookie te queda muy sabrosa (y qué narices, lo integral siempre te quita un poco el cargo de conciencia al hecho de estar comiendo tanta cookie, jajajajaja).Pues con esto entraréis por la puerta grande en vuestro paseo de la fama familiar gastronómico, con recuerdos imborrables de desayunos en familia que se anclarán en la pituitaria de vuestr@s hij@s y parientes, allí donde se alojan esas natillas, arroces con leche y esas tartas de manzana que os teletransportan a vuestra más tierna infancia en un momento, que al fin y al cabo para eso sirve la cocina, para unirnos a todos, generaciones pasadas, presentes y futuras, un poquito más. Pues ya con esto garantizáis un más que digno relevo 🙂