Colocamos en nuestra amasadora Ankarsrum con el bol de acero, el rodillo y la espátula y añadimos el agua. A continuación, la harina junto con el azúcar y la sal y mezclamos a velocidad baja hasta que la harina esté húmeda.
Batimos los huevos y, sin parar la máquina, los vamos añadiendo poco a poco al bol de la amasadora. Amasamos a velocidad media hasta que esté todo integrado. Llegado a ese punto, añadimos la levadura desmenuzada y, una vez integrada, añadimos la miel. Seguimos amasando hasta que veamos que la masa se queda pegada alrededor del rodillo.
Ahora vamos añadiendo la mantequilla fría en dados poco a poco. Una vez que hemos añadido toda, aumentamos la velocidad (media-alta) y amasamos unos doce minutos aproximadamente.
De vez en cuando, moveremos el brazo de la amasadora hacia el centro para ayudar a la máquina. Tenemos que conseguir una masa que, aun siendo blanda, no se nos pega en los dedos y es bastante elástica
Con ayuda de una rasqueta de panadero, ponemos la masa en la encimera y boleamos un poco para darle algo de tensión. Trasladamos a un bol mediano previamente engrasado y dejamos a temperatura ambiente hasta que triplique su volumen.
Una vez triplicado el volumen, sin sacarla del bol, desgasificamos la masa. La cubrimos con papel film y la llevamos a nevera unas 12 horas.
Hacemos el relleno y, para ello, en un bol pequeño, ponemos el chocolate junto con la mantequilla y fundimos en el microondas con cuidado de no quemar el chocolate. (Es mejor poner en tandas de unos 20-30 segundos y mover con una espátula cada vez, a poner mucho tiempo y quemarlo). Cuando estén fundidos, añadimos el cacao y el azúcar. Mezclamos bien hasta conseguir una crema uniforme. Reservamos.
Pasadas las 12 horas, sacamos nuestra masa de la nevera. Espolvoreamos con un poquito de harina la encimera y, con ayuda del rodillo, estiramos la masa hasta conseguir un rectángulo de 30 cm x 40 cm aproximadamente.
Vertemos el relleno encima y lo extendemos bien con ayuda de una espátula, sin llegar a los bordes. (Si el relleno se nos ha endurecido, lo metemos en el microondas y le damos un golpe de calor para ayudar a extenderlo sobre la masa). Si utilizamos las avellanas troceadas, las ponemos por encima del relleno.
Enrollamos por el lado más largo del rectángulo formando un rollo. Ahora es conveniente llevarlo unos cinco minutos a la nevera para que sea más fácil la siguiente manipulación.
Pasados los cinco minutos y vemos que nuestro rollo ha endurecido, lo volvemos a poner encima de la encimera y, con ayuda de un cuchillo largo y afilado, dividimos el rollo en dos partes a lo largo.
Con las dos partes obtenidas, hacemos una trenza. La llevamos al molde de plumcake previamente engrasado y dejamos reposar hasta que doble su volumen. Si la trenza es más larga que el molde, metemos hacia dentro los extremos.
Cuando haya doblado el volumen, pintamos con cuidado nuestro babka con la mezcla de huevo batido y leche y lo llevamos al horno precalentado a 190 grados, calor arriba y abajo y hornearemos durante 30 minutos. (Como el chocolate se quema enseguida, pasados diez minutos, poner un papel de aluminio por encima).
Una vez horneado, dejar reposar dentro del molde unos diez minutos y sacar a una rejilla enfriadora.