La noche anterior: Poner en un bol el agua y la masa madre y mezclar hasta que se disuelva, añadir la harina y mezclar hasta que la mezcla esté homogénea. Tapar y dejar en la encimera hasta la mañana siguiente.
Al día siguiente, poner el agua de la receta principal en un bol y añadir el poolish preparado la noche anterior, mezclar bien con el amasador manual o unas varillas hasta que la masa madre se disuelva, y añadir la harina y la sal, mezclando con una cuchara al principio. Cuando ya está todo incorporado amasar un minuto hasta que no haya grumos.
Tapar con un plástico y dejar reposar de 45 minutos a 1 hora.
Sacar la masa del bol y hacer un amasado francés durante 30 segundos mojándose las manos en agua para que la masa no se pegue en las manos, volver a poner en el bol.
Tapar con un plástico y dejar reposar de 45 minutos a 1 hora.
Repetir el procedimiento 2 veces más hasta que la masa se haya puesto brillante y con textura de flan que significa que la harina ha absorbido bien el agua y va cogiendo aire.
Sacar la masa a una superficie enharinada y dividir en 4 partes iguales que formará una baguette cada una, hacer una bola para preformar, con cuidado de no desgasificar, dejar reposar 15 minutos tapadas con un paño.
Formar las barras con forma de un cilindro y poner a fermentar 30-45 minutos en una tela de panadero cubierta de harina (funda de cojín o tela de lino), separando se entre ellas con un pliegue. Cuando faltan 30 minutos de fermentación, encender el horno a 230ª
Una vez fermentadas las baguettes hacer 3 cortes en cada una para que se abran en el horno transferir a una bandeja de cocción y hornear entre 16-20 minutos, echando agua con espray sobre las paredes del horno un par de veces al principio del horneado.