Realizar una mise in place sencilla.
Batir el requesón como si no hubiera un mañana si tienes una máquina de varillas lo puedes hacer perfectamente con ella, nadie te juzgará.
Incorporamos después la harina y batimos, por último la sal y el huevo. Acabamos de batir el conjunto un poco más.
Agregamos finalmente el laurel en polvo, integrándose con una espátula.
Lo metemos todo en un envase y dejamos que repose en la heladera de un día para otro.
Al día siguiente cuando tengamos tiempo, rellenamos los moldes que más nos convenga, yo saco para seis raciones, la masa no crece muchísimo en el horno.
Con el horno caliente a 160 grados los introducimos durante 50 minutos, vamos pinchando el contenido para comprobar la cocción.