Prepara el prefermento: mezcla la harina, el agua y la levadura hasta obtener una masa homogénea y deja fermentar en un recipiente tapado durante 4 horas a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo habrá doblado su volumen y estará esponjoso, listo para usar.
Prepara la masa: en un bol grande, añade la harina, el prefermento, el azúcar, la levadura, la sal, la miel, el huevo y la leche.
Mezcla bien con el batidor danés o en la amasadora hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Amasa durante 3 minutos hasta que la masa se vuelva homogénea.
Incorpora el aceite de oliva poco a poco y sigue amasando 5 o 6 minutos hasta que la masa esté lisa y elástica.
A continuación, estira un poco la masa y reparte las pepitas de chocolate por la superficie.
Pliega la masa y trabájala un minuto hasta que el chocolate este repartido y la masa esté lisa.
Forma una bola con la masa, colócala en un bol engrasado y cúbrela.
Déjala reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño, aproximadamente 4 horas.
Una vez la masa haya fermentado, pásala a la superficie de trabajo.
Estírala con un rodillo con un grosor de 1 cm. Si tienes un rodillo con anillas, te quedará perfecta y homogénea.
Corta círculos de 8 cm de diámetro con un cortador o un vaso y, con un cortador más pequeño, haz un agujero en el centro.
Coloca los brionuts en una bandeja con papel de horno, cubre con un paño y déjalos fermentar 40 minutos más hasta que vuelvan a crecer.
Precalienta el horno a 180°C y pincela los brionuts con huevo batido mezclada con un poco de leche para que tengan un acabado dorado.
Hornéalos durante 15 minutos, hasta que estén ligeramente dorados y cocidos por dentro.
Retíralos y déjalos del horno y pásalos a una rejilla enfriadora.
Espolvoréalos con azúcar glasé o rebózalos en azúcar y canela. Para un toque extra, cúbrelos con un glaseado de azúcar o baña en chocolate fundido.